La iglesia del Sagrario de Málaga, emblemático edificio del siglo XVIII, enfrenta un alarmante estado de deterioro que pone en peligro su rica historia y patrimonio cultural. Recientemente, se hizo evidente la gravedad de esta situación con el desprendimiento de una de las cabezas de las imágenes que adornan la impresionante fachada gótica del templo, conocida como la puerta del Perdón. Este suceso subraya la necesidad de una restauración inmediata para evitar que el valioso legado artístico siga deteriorándose.
La puerta del Perdón, que data de 1498, es la obra arquitectónica más antigua del conjunto catedralicio de Málaga. Su estructura original fue concebida como un simple vano en el muro norte de la antigua catedral, la cual fue demolida posteriormente. La transformación de esta portada se llevó a cabo entre 1514 y 1526 bajo el mandato del obispo Diego Ramírez de Villaescusa. Aunque su autoría exacta se desconoce, se cree que fue realizada por algún artista vinculado al círculo del cardenal Cisneros, presentando la característica del gótico florido castellano en su diseño.
La situación actual del templo es preocupante. Desde su clausura hace cinco años, el Obispado de Málaga ha expresado su inquietud por el evidente deterioro de la fachada. «El estado de conservación de esta portada es uno de los temas que más nos preocupan», afirmaron desde la diócesis, al tiempo que anunciaron que se están llevando a cabo estudios previos para una posible restauración.
A pesar de las intenciones de restauración, la diócesis ha decidido aplazar cualquier intervención hasta que se acometa el proyecto de refuerzo de la cimentación. Esta decisión se debe a una grieta significativa que ha dividido en dos la nave única del templo, provocada por los movimientos del subsuelo en la zona. Para abordar este problema, los arquitectos de la Catedral están diseñando una solución que incluya inyecciones controladas de material a casi ocho metros de profundidad, lo que podría estabilizar el terreno.
Sin embargo, estos planes están sujetos a la finalización de una campaña de sondeos arqueológicos que se inició en septiembre de 2024. La Consejería de Cultura ha solicitado que estas exploraciones se realicen para asegurar que las intervenciones no causen daños a los restos arqueológicos situados bajo la iglesia, vestigios de una antigua mezquita que fue utilizada como catedral tras la conquista de Málaga por los Reyes Católicos.
El deterioro de la iglesia del Sagrario es un recordatorio de la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural. La piedra caliza que compone la fachada es especialmente vulnerable a las condiciones climáticas, y las recientes lluvias han acentuado la crisis. Las autoridades locales y la población deben unirse en un esfuerzo por restaurar este histórico monumento antes de que sea demasiado tarde. El clamor por la protección y conservación de la iglesia del Sagrario, un símbolo de la rica herencia cultural de Málaga, ha cobrado fuerza, pero se requieren acciones concretas y decididas para detener la pérdida de este invaluable legado.
La situación de la iglesia del Sagrario es un claro reflejo del abandono que a menudo sufren nuestras joyas arquitectónicas. El interminable ciclo de estudios y diagnósticos denota una falta de urgencia y acción decisiva por parte de las autoridades. Resulta preocupante que, ante el desprendimiento de una cabeza en la fachada, la respuesta inmediata no sea una intervención urgente sino más bien la realización de una serie de análisis que parecen más una excusa que una solución. La historia y la cultura de Málaga no pueden subordinarse a trámites burocráticos; la urgencia de la restauración debe prevalecer sobre toda consideración. Ignorar este desafío es, en última instancia, perpetuar el riesgo de perder una parte irremplazable de nuestro patrimonio.
Es imperativo que la comunidad malagueña despierte del letargo en el que parece haberse sumido. Más allá de las promesas de restauración, el compromiso activo de los ciudadanos es esencial para crear la presión necesaria sobre las instituciones. ¿Qué será de nuestra identidad cultural si dejamos que el deterioro avance sin acción? La unión entre administración y ciudadanía puede ser la clave para preservar la iglesia del Sagrario, y la manera de evitar que esta joya arquitectónica caiga en las garras del olvido. Solo con un clara demanda de protección y conservación, y un enfoque proactivo frente a la restauración, podremos garantizar que futuras generaciones hereden este legado histórico que nos define como malagueños.
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