Escribe un breve titular informativo y llamativo sobre: «
La expresidenta de la Junta de Andalucía y senadora socialista, Susana Díaz, ha explicado que tras leer la transcripción de mensajes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habría intercambiado vía Whatsapp con el entonces secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en los que se aludía a ella, lo pasó «mal» y necesitó «coger distancia»; pero ha asegurado que, tras reflexionar, ha vuelto «con otra serenidad». «Sigue mereciendo la pena», ha dicho en referencia a estar en política.
«He necesitado parar, he necesitado la semana pasada irme tres o cuatro días y quitarme del cartel porque lo había pasado mal. Pero a pesar de eso, sigo creyendo que merece la pena. La política en general es noble y merece la pena, lo que pasa es que cuando usamos lo feo de la política, que también existe, lo negativo de la política, lo canalla, lo cruel, que también existe; eso es lo que llena de titulares», ha indicado en su participación en el ciclo de conferencias ‘Diálogos de la España constitucional’ que se celebra en el centro cultural La Malagueta de Málaga.
Ha admitido que sufrió en el momento de la publicación de esos mensajes; pero ha asegurado que «si no fuera capaz de mirar para adelante y solo mirara para atrás, me tendría que bajar». «Una vez que cogí distancia, yo misma he hecho una reflexión de los pros y los contras; de qué te merece más la pena», ha señalado.
Ha expresado que cuando terminaron las primarias del PSOE en Andalucía ya hizo una reflexión «de si quería seguir o no en política, porque me costó mucho levantarme». «Y decidí que era mi vida, que lo mío era vocacional, que quiero estar aquí, que no quería una puerta giratoria, ni un cargo, ni un nada; igual que no había querido ser presidenta del Senado, ni ministra, tampoco quería estar fuera de la política», ha asegurado.
Así, ha indicado que esta semana le ha ocurrido lo mismo, aunque «a otra dimensión, mucho más pequeñito porque entonces sí me planteé dejarlo todo». Pero ha destacado que ha recibido «el cariño de compañeros de todos lados, de gente que ha estado conmigo, gente que ha estado enfrente, gente que me ha apoyado, que no me ha apoyado».
«Ha sido tanto que el depósito de gasolina se te llena, y yo he vuelto con otra serenidad y con otra calma», ha manifestado Díaz, quien, no obstante, ha reconocido, como ya lo hizo en un primer momento, que no le han gustado -«¿Cómo me va a gustar?»- y que «lo que dije era la verdad, estaba jodida».
Según Díaz, «la política es noble y no se puede hacer con las entrañas», por lo que ha incidido en que intenta «ser objetiva para no cegarme y que los análisis de la gestión que haga mi partido, yo no los haga pensando en lo que yo he pasado, sino en lo que yo veo, porque si los análisis los hago sobre lo que he pasado, seré injusta y si los análisis los hago sobre mis principios, sobre mis valores, sobre lo que creo que es justo, entonces estaré siendo coherente y lo que creo que la gente espera de mí».
Cuestionada por si hay democracia interna en el PSOE, ha ironizado con que «que me lo pusieron difícil es evidente, pero soy del Betis y tengo espíritu bético» y ha considerado que «hay democracia desde el punto y hora que hay procesos para poderte presentar», mientras que en otros partidos no los hay; pero ha reiterado que ha habido cosas que no le han gustado.
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