La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha advertido sobre un **significativo cambio en las condiciones meteorológicas** que afectará a la Península durante la próxima semana. Este fenómeno, conocido como la borrasca Garoé, se aproxima con vientos del suroeste que arrastrarán humidificación y un aumento de las temperaturas. En Málaga, aunque no se activa alerta amarilla, los pronósticos indican un **100% de probabilidad de lluvia** para este lunes, lo que podría significar un respiro tras un periodo de temperaturas frías que han predominado en los últimos días.
Los malagueños deben prepararse, ya que las previsiones apuntan a que las **precipitaciones comenzarán a hacerse notar** especialmente hacia la tarde del lunes. De acuerdo a lo informado por meteorólogos locales, la lluvia podría persistir con fuerza hasta el jueves, alcanzando un pico del **75% de probabilidad** en los próximos días. Esta ola de humedad también implicará un ascenso de las temperaturas, permitiendo que los termómetros muestren valores más templados, especialmente durante las horas nocturnas.
Garoé es la séptima borrasca de gran impacto de la temporada y se ha ganado su nombre en homenaje al árbol que en la isla canaria de El Hierro tiene la capacidad de recoger agua de la niebla. Este fenómeno meteorológico no solo traerá lluvias a Málaga, sino que se espera que afecte la vertiente atlántica, en particular el cuadrante suroeste, donde los acumulados podrían superar los **100-150 litros por metro cuadrado**. A su llegada, el viento del sur incrementará su intensidad, provocando rachas muy fuertes en zonas costeras y montañosas.
A pesar de que **Málaga no se encuentra en alerta amarilla**, es vital que los ciudadanos estén atentos a las recomendaciones de Aemet y tomen las precauciones necesarias. Las **lluvias engelantes**, que consisten en gotas líquidas que se congelan al entrar en contacto con superficies frías, podrían provocar peligrosos **placas de hielo** en algunas áreas, complicando la circulación en las carreteras. Además, se prevé que las nevadas se extiendan al norte de la provincia, cubriendo los picos más altos de la Sierra de las Nieves.
A medida que la borrasca Garoé avanza, la comunidad científica y las autoridades se encuentran en continuo monitoreo de la situación, a la espera de que los efectos del cambio en el clima se concreten en la realidad de cada día. Para muchos vecinos, esta transformación atmosférica será un recordatorio de lo impredecible que puede ser el tiempo, haciendo que la naturaleza se erija nuevamente como la mayor protagonista, capaz de cambiar nuestras rutinas en un abrir y cerrar de ojos.
La llegada de la borrasca Garoé representa, sin duda, un desafío significativo para los malagueños, quienes se ven obligados a adaptarse a un cambio climático que parece ser cada vez más errático. A pesar de que no existe una alerta amarilla, es fundamental que nuestra comunidad mantenga un enfoque crítico hacia la previsibilidad de estos fenómenos. La experiencia reciente nos ha enseñado que las precipitaciones, si bien son necesarias para restablecer el equilibrio hídrico, también pueden transformarse en situaciones de riesgo si no se gestionan adecuadamente. La falta de preparación y respuesta ante eventos climáticos extremos puede traer consecuencias devastadoras, tanto a nivel personal como colectivo.
Sin embargo, no todo es pesimismo; la curiosidad generada por un fenómeno como Garoé podría ser la oportunidad perfecta para iniciar un debate más amplio sobre la sostenibilidad y el cambio climático en la región. La lluvia ansiada podría ser un recordatorio crucial de la importancia de la infraestructura adecuada para la gestión del agua y la prevención de inundaciones. Deberíamos aprovechar la inminente llegada de estas lluvias para cuestionar nuestra relación con el entorno y exigir a las autoridades locales un enfoque más proactivo en la planificación de medidas de adaptación. La naturaleza nos confronta con su poder, y corresponde a los malagueños reconocer nuestra vulnerabilidad y actuar en consecuencia antes de que un nuevo Garoé altere nuestras vidas de forma adversa.
La plaza San Juan de Dios, en pleno Centro de Málaga, vuelve a tener su emblemática Cruz. El Ayuntamiento ha comenzado este jueves los trabajos para recolocarla en su ubicación tradicional, una vez que ha sido reparada.
En agosto del año pasado, la cruz sufrió varios daños al ser derribada por unos actos vandálicos. Según aseguraron entonces testigos de los hechos, un grupo de turistas se subió a lo alto de la cruz para hacerse una foto, provocando que la estructura cediera hasta quebrarse.
Ante esta situación, el Ayuntamiento encargó unos cristales nuevos de protección y el forjado de la cruz ha sido repintado. Estaba previsto que el monumento volviera a su sitio antes, pero los trabajos acometidos por la empresa Quibla han tardado más de lo deseado debido a su volumen de trabajo, de ahí que la céntrica plaza haya tardado nueve meses en recuperar su estampa habitual.
Según ha explicado el Ayuntamiento a través de comunicado, la intervención ha consistido en la limpieza de las distintas capas de la pieza en la parte metálica; el desmontaje de las partes más erosionadas; la soldadura de las piezas afectadas; el desmontaje de la peana y la construcción de un nuevo soporte; la imprimación de una capa de pintura antioxidante; la sustitución de los vidrios rotos y limpieza de las partes íntegras; la instalación y el montaje de un nuevo cableado; y la pintura final con un esmalte especial antioxidante del mismo color que el original. Estos trabajos concluyeron a finales de abril.
Una vez que ha sido restaurada, el siguiente paso es el montaje de la escultura en la plaza de San Juan de Dios. Según explica la empresa Quibla, responsable de la reparación, este proceso es complejo debido a la estrechez de las calles aledañas que dificultan el acceso a la plaza con maquinaria. Así, el montaje se ha llevado a cabo de forma manual, y para ello han contado con poleas instaladas en los balcones de los edificios aledaños y un sistema especial que consiste en una placa soldada en los antiguos anclajes unida a la cruz por una bisagra para facilitar su transporte.
La cruz repuesta está estrechamente vinculada a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y su labor en la ciudad. El principal objetivo de esta fundación fue el tratado y cuidado de los enfermos y necesitados, estableciendo un hospital en la ciudad en el siglo VXII.
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