La historia de Sarah Almagro, la joven parasurfista malagueña que enfrentó con valentía la amputación de sus manos y pies debido a una meningitis meningocócica en 2018, da un nuevo paso hacia adelante. En una reciente reunión con la viceconsejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Luisa del Moral, su padre, Ismael Almagro, anunció que la administración está trabajando en las bases para la creación de un Comité Autonómico Asistencial de Amputados. Esta iniciativa, que la familia reclama desde hace años, busca coordinar y mejorar la asistencia integral para aquellos que, como Sarah, enfrentan la decisión de vivir con una amputación.
Desde el momento en el que Sarah sufrió las gravísimas secuelas de la meningitis, la familia Almagro ha luchado por los derechos de los amputados y por garantizar un acceso adecuado a las prótesis funcionales. Ismael Almagro ha declarado que este nuevo organismo podría ser crucial para evitar que otros vivan la misma descoordinación en la atención médica que su hija padeció. «Queremos que nadie pase por lo que hemos pasado nosotros, que la asistencia sea integral desde el primer momento», comentó tras la reunión en la que notó una buena disposición por parte de la Junta.
El Comité Autonómico Asistencial de Amputados serviría como un órgano rector que facilitaría la colaboración entre diferentes especialidades médicas: chirujanos plásticos, traumatólogos, cirujanos vasculares, rehabilitadores y terapeutas ocupacionales, todos unidos en un solo objetivo: mejorar la calidad de vida de los amputados. Ismael enfatiza la necesidad de cohesión entre estos profesionales para que cada paciente cuente con el mejor tratamiento y apoyo posible. “La coordinación es esencial. No es solo la operación, sino todo lo que viene después, la adaptación a la nueva vida”, añadió.
A pesar de que los primeros pasos contemplaban la creación de un centro de referencia para amputados, esta opción se ha descartado debido a los altos costes que implicaría. No obstante, la batuta de la lucha de la familia Almagro no se limita a esta conquista. En el pasado, lograron que se incluyera la vacuna tetravalente en el calendario de vacunación infantil, una medida vital que salva vidas. Gracias a su esfuerzo y a la colaboración de la Junta, hoy los niños andaluces están protegidos contra la meningitis meningocócica.
Por su parte, también consiguieron que la sanidad pública financiara prótesis de pies y manos que promueven la autonomía de Sarah, que anteriormente debía asumir los costos económicos de su tratamiento. La aclamada decisión de la Junta representa un avance significativo hacia la creación de un sistema más solidario y eficiente en la atención a pacientes amputados, algo que, hasta ahora, había estado en el limbo por la falta de directrices y recursos adecuados.
Con la promesa de la Junta de Andalucía de activar los compromisos que habían estado paralizados durante años, la familia Almagro ve un nuevo horizonte. Con su constante lucha, no solo han abierto un camino para Sarah, sino que han sembrado las semillas de un futuro más esperanzador para todas las personas que atraviesan por situaciones similares. “Es hora de que la asistencia y el apoyo lleguen a quien realmente lo necesita, y estamos aquí para asegurar que eso suceda”, concluyó Ismael Almagro, firme en su propósito de generar un cambio real y duradero.
La propuesta de crear un Comité Autonómico Asistencial de Amputados en Andalucía es un paso significativo que podría transformar la vida de aquellos que enfrentan la dura realidad de una amputación. Sin embargo, debemos cuestionar la rapidez con la que se implementará este plan y la verdadera voluntad de la administración para comprometer recursos que permitan su funcionamiento eficaz. La historia de la familia Almagro pone de manifiesto lo que tantas veces se ha evidenciado en el sistema de salud: la falta de coherencia y coordinación en el tratamiento de enfermedades complejas se traduce en un sufrimiento innecesario para los pacientes. La creación de un órgano que integre a diferentes especialidades es un avance, sí, pero esto debe ir acompañado de un compromiso sólido, no solo en palabras, sino en hechos concretos que mejoren la calidad de vida de los amputados desde el primer momento.
La lucha de los Almagro también destaca un aspecto que muchas veces se soslaya: la necesidad imperante de que las decisiones políticas se fundamenten en las necesidades reales de los pacientes. La eliminación de la opción de un centro de referencia por motivos económicos es una decepcionante pero habitual respuesta que revela el desinterés por crear un sistema de salud verdaderamente inclusivo y accesible. El esfuerzo de la familia Almagro no debería limitarse a lograr avances parciales, sino que debe propiciar un cambio estructural donde la atención integral y la financiación adecuada sean la norma, no la excepción. La promesa de un futuro más esperanzador para los amputados andaluces es un objetivo noble, pero solo se materializará si se persiste en la lucha por un sistema que valoriza la vida y el bienestar de todos los ciudadanos, sin importar los costos.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
To provide the best experiences, we and our partners use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us and our partners to process personal data such as browsing behavior or unique IDs on this site and show (non-) personalized ads. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Click below to consent to the above or make granular choices. Your choices will be applied to this site only. You can change your settings at any time, including withdrawing your consent, by using the toggles on the Cookie Policy, or by clicking on the manage consent button at the bottom of the screen.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.