A tan solo tres días de que asuma el cargo, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, se enfrenta a un dilema que podría marcar su retorno a la Casa Blanca: la prohibición de TikTok, una de las plataformas de redes sociales más populares en el país. La administración de Joe Biden ha decidido no implementar una prohibición de la aplicación, dejando que la responsabilidad recae sobre su sucesor. Esto ocurre tras un fallo unánime del Tribunal Supremo que estipula que TikTok debe ser prohibido en caso de no ser vendido por su empresa matriz, ByteDance, con sede en China.
La decisión de la actual administración se basa en el calendario inminente de la toma de posesión de Trump, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro de la aplicación y sus 170 millones de usuarios en EE.UU. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha indicado que es una cuestión de timing y que las acciones de cumplimiento pasarán a ser una prerrogativa de la nueva administración.
Las preocupaciones sobre la seguridad nacional, vinculadas a los lazos de ByteDance con Beijing, han impulsado el debate, poniendo en tensión a Trump, quien anteriormente había liderado un esfuerzo para prohibir TikTok. En entrevistas recientes, el presidente electo ha mencionado que está considerando su siguiente movimiento, pero no ha clarificado sus intenciones específicas. “En última instancia, depende de mí, así que ya verán lo que voy a hacer”, dijo Trump en una discusión sobre la política que rodea a TikTok.
El trasfondo de este dilema es complicado. Mientras que algunos en la administración de Trump han señalado su deseo de «salvar» a TikTok, existe un historial de conflictos en torno a la aplicación que se remonta a su primera presidencia. En 2020, el entonces presidente había intentado prohibirla con una orden ejecutiva, lo que provocó acciones legales por parte de TikTok. Sin embargo, el tiempo y el contexto han cambiado, llevando a Trump a un escenario donde tendría que equilibrar la seguridad nacional con la demanda popular y su propia estrategia política.
El futuro económico de TikTok es igualmente significativo. Analistas como Dan Ives, de Wedbush, estiman que la plataforma podría valer más de 100.000 millones de dólares, dependiendo de su algoritmo. Sin embargo, cualquier intento de venta se complica, ya que la empresa matriz ha afirmado que no tiene planes de desprenderse de TikTok y su preciado algoritmo. Vender TikTok sin su algoritmo sería un desafío no solo a nivel comercial, sino también en términos de continuidad en el servicio, lo que genera dudas sobre la capacidad de una posible nueva administración para gestionar la transición sin inconvenientes prácticos.
En medio de esta confusión, varios actores del sector privado, incluidos el multimillonario Frank McCourt y el exsecretario del Tesoro Steven Mnuchin, han expresado interés en adquirir la plataforma, pero la frase «salvar TikTok» suena irónica teniendo en cuenta los esfuerzos pasados para prohibirla. Aun así, la virtual presión de Trump por mantener la plataforma operativa podría verse como una herramienta para captar el apoyo de los jóvenes votantes, un grupo que ha sido crucial en su reciente victoria electoral.
El desenlace de esta encrucijada no solo determinará el destino de TikTok en EE.UU., sino que también establecerá un precedente sobre cómo manejar tensiones similares en el futuro. Las decisiones que tome la nueva administración en este aspecto podrían influir en el panorama de la tecnología y la seguridad nacional en una era cada vez más digitalizada.
La decisión de la administración Biden de no prohibir TikTok, dejando esta responsabilidad en manos de Trump, plantea un escenario **nervioso y contradictorio** en la política estadounidense. Por un lado, se requiere un enfoque claro hacia la **seguridad nacional**, dado el vínculo de la aplicación con China, pero, por el otro, existe una presión palpable por parte de los más jóvenes, quienes han adoptado la plataforma como un espacio de expresión y creatividad. Aquí radica la **dificultad** de Trump: equilibrar un mandato sobre la seguridad con la necesidad de conectar nuevamente con una base electoral crítica que utiliza y valora TikTok. La paradoja es evidente: ¿puede un líder que alguna vez pronunció la palabra «prohibición» ahora posicionarse como un defensor de la misma plataforma que está en la mira de la seguridad nacional? Esta situación exige no solo liderazgo, sino también un profundo entendimiento de las dinámicas culturales actuales.
Además, el futuro económico de TikTok tiene implicaciones más allá de sus 170 millones de usuarios: se dibuja un **panorama comercial complejo** que puede determinar la viabilidad de futuras normativas sobre tecnología. La compañía matriz, ByteDance, no parece dispuesta a desprenderse de su activo más valioso, lo que complica aún más la situación. Una prohibición o venta sin el algoritmo significaría sacrificar la esencia de la plataforma, que reside en su capacidad de personalización y su atractivo. Trump, enfrentado a este dilema, debe considerar que la solución no debe ser meramente política, sino que debe integrarse dentro de una **estrategia holística** que garantice tanto la seguridad nacional como el respeto por las preferencias de un electorado digitalizado. La manera en que se aborde esta situación sentará un **precedente** en cómo se manejarán futuros conflictos entre la tecnología y la política en el país.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
To provide the best experiences, we and our partners use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us and our partners to process personal data such as browsing behavior or unique IDs on this site and show (non-) personalized ads. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Click below to consent to the above or make granular choices. Your choices will be applied to this site only. You can change your settings at any time, including withdrawing your consent, by using the toggles on the Cookie Policy, or by clicking on the manage consent button at the bottom of the screen.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.