En un momento en que la cultura y el patrimonio se encuentran en el centro del debate social, la portavoz del grupo municipal Con Málaga, Toni Morillas, ha realizado un contundente llamado al equipo de gobierno del Partido Popular para que se garantice el acceso gratuito a la Alcazaba y al castillo de Gibralfaro para los ciudadanos de Málaga durante todo el año. Esta solicitud responde a un contexto preocupante, ya que se ha previsto una duplicación del precio de las entradas en 2025, lo que podría limitar el acceso de los malagueños a estos emblemáticos monumentos.
Morillas ha subrayado que, a partir de 2025, la entrada a cada uno de los monumentos costará 7 euros, mientras que la visita conjunta se elevará a 10 euros. Esta medida, según la portavoz, es un «nuevo intento de mercantilizar el patrimonio cultural» que, en lugar de beneficiar a la comunidad, generará ingresos que no contemplan ninguna reducción para los residentes malagueños. Morillas también ha criticado la posibilidad de habilitar visitas privadas en horario nocturno, lo que añadiría una capa más a la comercialización de un símbolo de la ciudad.
La líder de la coalición de izquierdas ha insistido en que los ingresos derivados de la venta de entradas deben destinarse de manera íntegra a la conservación y mejora del conjunto monumental, el más visitado de Málaga. «Estamos hablando de lugares que forman parte de nuestra identidad y de nuestro legado histórico», ha afirmado Morillas, quien ha recordado que actualmente más del 50% de la Alcazaba sigue sin poder visitarse. Desde su perspectiva, la mejora del acceso y la ampliación de las zonas visitables son fundamentales para fomentar un mayor aprecio por la historia local.
Morillas ha propuesto la necesidad de impulsar las excavaciones y rehabilitaciones prioritarias, tal como la conexión entre la Alcazaba y el Gibralfaro a través de La Coracha terrestre. Esta intervención no solo enriquecería la experiencia del visitante, sino que también serviría como un tributo a la historia compartida de Málaga. «El patrimonio no debe ser un privilegio, sino un derecho de todos los malagueños», ha declarado con firmeza.
Ante la creciente afluencia turística que ha cuadruplicado las visitas a estos monumentos en los últimos años, Morillas argumenta que «los números demuestran que estamos en condiciones de garantizar el acceso gratuito para los malagueños». La portavoz enfatizó que con el aumento en la venta de entradas, se debe priorizar la manutención y conservación de la Alcazaba y Gibralfaro, y no su privatización. «Es una cuestión de justicia cultural», concluyó, apelando a la sensibilidad del equipo de gobierno para que tome en cuenta a la ciudadanía en la gestión de su patrimonio.
La propuesta de Con Málaga se alza como un eco de las inquietudes de los malagueños, quienes anhelan no solo disfrutar de su rica herencia cultural, sino también participar activamente en su preservación. En tiempos donde el patrimonio cultural se enfrenta a desafíos, es esencial que la comunidad pueda acceder libremente a sus tesoros más preciados.
La reivindicación de Con Málaga para garantizar el acceso gratuito a la Alcazaba y al castillo de Gibralfaro para los malagueños es, sin duda, una medida que refleja la urgencia de repensar nuestra relación con el patrimonio cultural. Al contemplar una duplicación en el precio de las entradas a partir de 2025, el equipo de gobierno del Partido Popular se encuentra en una encrucijada: ¿priorizará los ingresos turísticos sobre un derecho fundamental de la ciudadanía? La cultura y la historia deben ser accesibles a todos, no solo a quienes pueden permitirse pagar precios en aumento. Implementar tarifas asequibles o, mejor aún, el acceso gratuito para los residentes, sería un paso hacia una gestión más inclusiva y justa de nuestros monumentos históricos.
La propuesta de Morillas va más allá de una simple crítica a las políticas actuales; plantea una oportunidad para reafirmar que el patrimonio cultural no debe ser un artículo de lujo. Más bien, se trata de un derecho colectivo que debe ser protegido y promovido. La idea de que los ingresos generados por las entradas se destinen íntegramente a la conservación y mejora de estos monumentos es un argumento válido, que nos invita a cuestionar si la mercantilización de la cultura merece el sacrificio de su accesibilidad. La sensibilidad cultural del gobierno se pondrá a prueba en el próximo año; un enfoque altruista y comunitario en la gestión de estos iconos malagueños puede servir no solo para preservar nuestra historia, sino también para fortalecer el tejido social y la identidad local en el proceso.
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