El cambio de nombre de la pedanía de Villafranco del Guadalhorce ha generado una gran expectación en Alhaurín el Grande, ya que se trata de un proceso histórico que busca honrar la memoria democrática y eliminar vestigios del pasado dictatorial. La asamblea informativa del próximo sábado promete ser un espacio de debate y reflexión para los vecinos, quienes tendrán la oportunidad de participar activamente en la elección de la nueva denominación.
El Ayuntamiento de Alhaurín el Grande ha mostrado su compromiso con el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, haciendo hincapié en la importancia de este cambio como un acto de justicia histórica. El primer teniente de alcalde, Luis Guerrero, ha destacado la necesidad de evitar confrontaciones y mantener la calma durante todo el proceso, enfatizando la importancia de respetar las diferentes opiniones y sensibilidades de la comunidad.
La segunda teniente de alcalde, Ana Belén Ordóñez, ha subrayado que el incumplimiento de la ley podría acarrear consecuencias legales para el Ayuntamiento, por lo que es fundamental seguir adelante con el cambio de nombre de forma ordenada y respetuosa. Asegurando que no habrá ningún coste económico ni perjuicio para los vecinos, el equipo de gobierno municipal se compromete a llevar a cabo los trámites necesarios para hacer efectiva la nueva denominación de la pedanía.
El cambio de nombre de la pedanía de Villafranco del Guadalhorce en Alhaurín el Grande es un paso importante en el proceso de reconciliación y reconocimiento de la memoria democrática en España. La iniciativa del Ayuntamiento refleja un compromiso firme con la recuperación de la historia y la eliminación de los símbolos que recuerdan tiempos dictatoriales. Es fundamental que la comunidad participe activamente en este proceso de cambio, ya que es una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y construir un futuro más inclusivo y respetuoso.
Es alentador ver que las autoridades locales están siendo transparentes y respetuosas en todo este proceso, promoviendo un debate constructivo y evitando posibles confrontaciones. La gestión ordenada y legalmente justificada del cambio de nombre muestra un compromiso genuino con la memoria histórica y el respeto por las diferentes sensibilidades de la comunidad. Esperamos que esta experiencia en Alhaurín el Grande sirva de ejemplo para otras localidades que buscan honrar la memoria democrática y construir un futuro más igualitario y democrático.
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