Ronda, 6 de junio de 2025 – La emblemática Dehesa del Mercadillo, pulmón verde de Ronda, se prepara para una transformación integral gracias a una inyección de casi 400.000 euros. La alcaldesa Mari Paz Fernández, acompañada del delegado de Medio Ambiente Jorge Fernández, ha dado el pistoletazo de salida a las obras que convertirán este espacio natural en un punto de encuentro para deportistas y amantes de la naturaleza.
La ambiciosa iniciativa, financiada con fondos Next Generation de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y gestionada por la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, se centra en la recuperación y mejora de 40 hectáreas de las 138 que conforman el parque periurbano. La intervención no se limita a la mera limpieza y adecuación de la masa forestal, sino que busca crear un verdadero ecosistema deportivo.
Se construirán circuitos deportivos diseñados en colaboración con clubes locales, apostando por una oferta variada que incentive la práctica de actividades al aire libre. Además, se renovarán las zonas de merenderos, baños y fuentes, mejorando la experiencia de los visitantes y promoviendo un uso responsable y sostenible del entorno. La actuación, que se enmarca dentro de las iniciativas para la protección del Parque Nacional Sierra de las Nieves, se prevé que finalice en otoño.
«Estamos creando un espacio vital para el disfrute, pero también para la práctica deportiva», afirmó la alcaldesa Fernández durante la visita. «Invertimos en la regeneración de nuestro entorno natural para unirlo al deporte, ofreciendo a rondeños y visitantes un lugar donde conectar con la naturaleza y mejorar su calidad de vida». Con esta inversión, Ronda reafirma su compromiso con el medio ambiente y el bienestar de sus ciudadanos, apostando por un futuro más verde y saludable. La Dehesa del Mercadillo se prepara para renacer, consolidándose como un tesoro natural para las generaciones venideras.
La inyección de fondos Next Generation en la Dehesa del Mercadillo es, sin duda, una noticia esperanzadora para Ronda y su entorno natural. No obstante, la euforia inicial debe moderarse con un análisis más profundo. Si bien la inversión en infraestructuras deportivas y la mejora de las zonas de recreo son pasos positivos, preocupa la falta de detalles concretos sobre las medidas de protección ambiental a largo plazo. ¿Cómo se garantizará que el aumento previsible de visitantes no derive en una mayor presión sobre el ecosistema? ¿Se contemplan planes de gestión de residuos efectivos y programas de sensibilización ambiental para los usuarios? Convertir la Dehesa en un parque temático deportivo sin una estrategia integral de sostenibilidad sería, a la postre, un error lamentable.
La alcaldesa Fernández habla de «unir el deporte a la regeneración del entorno natural». Sin embargo, la simbiosis real entre ambas actividades exige una planificación cuidadosa y transparente. Es fundamental que la creación de circuitos deportivos no implique la degradación de hábitats sensibles ni la fragmentación del ecosistema. La colaboración con clubes locales es un acierto, pero debe extenderse a expertos en conservación y asociaciones ecologistas, garantizando que la voz de la naturaleza sea escuchada en todo el proceso. En definitiva, la Dehesa del Mercadillo no debe convertirse en un simple escaparate de la «economía verde», sino en un verdadero ejemplo de cómo el desarrollo puede ser compatible con la preservación de nuestro patrimonio natural.
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