La alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, ha realizado una visita reciente a las distintas cuadrillas del Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), que ya han comenzado sus trabajos en varios puntos estratégicos de la ciudad. Esta nueva edición correspondiente a 2024 promete un empuje significativo en la creación de empleo, ya que durante los próximos meses se prevé la contratación de un total de 249 desempleados.
En comparación con el año anterior, donde se favoreció la contratación de 238 operarios, este aumento en las cifras refleja un claro compromiso del Ayuntamiento con la mejora de las condiciones laborales en la localidad. “El desarrollo del PFEA en nuestra ciudad cumple una doble función muy importante: por un lado, promovemos la contratación de personas desempleadas que pueden adentrarse nuevamente en el mundo laboral y, por otro lado, llevamos a cabo actuaciones muy necesarias en materia de accesibilidad y embellecimiento en distintos puntos de Ronda”, ha señalado la regidora durante la visita.
Los trabajos que se llevarán a cabo abarcan diversas áreas esenciales de la ciudad, incluyendo el callejón de Avenida Málaga con calle Ortiz Massaguer, y la calle El Bosque, entre otras. Las pedanías de Ronda también se beneficiarán de este programa, con labores programadas en localidades como La Indiana, Puerto Saúco y Los Villalones. Estas intervenciones no solo mejorarán la infraestructura urbana, sino que también contribuirán a realzar la calidad de vida de todos los vecinos.
En términos económicos, la inversión total para este programa asciende a más de 686.000 euros, de los cuales 461.000 euros se destinarán a salarios enquanto que 225.000 euros serán usados para la adquisición de materiales. Hasta el momento, se han contratado a 43 peones y 25 oficiales, sumando un total de 59 trabajadores, y se espera que las contrataciones restantes se completen de manera progresiva hasta mediados de junio.
Además del PFEA, Ronda se encuentra en plena ejecución del programa Andalucía Activa, en colaboración con el gobierno andaluz, que busca fomentar la contratación de hasta 56 desempleados de larga duración hasta el próximo otoño. Esta iniciativa, respaldada por una inversión de 1,2 millones de euros, no solo aportará estabilidad laboral a los participantes, sino que también reafirma el compromiso de las autoridades con la recuperación económica y social de la localidad.
Con estas iniciativas, Ronda se posiciona como un modelo a seguir en la creación de empleo y mejora de infraestructuras, un esfuerzo conjunto que promete transformar la ciudad y brindar nuevas oportunidades a sus ciudadanos. La alcaldesa concluyó su visita haciendo un llamado a la participación activa de los rondenses en el programa, resaltando que “cada mano es esencial para construir un futuro mejor”.
El avance en el fomento del empleo agrario en Ronda, reflejado en la contratación de 249 desempleados mediante el Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), es una iniciativa digna de reconocimiento en un contexto donde la precariedad laboral sigue siendo un tema candente. Sin embargo, resulta fundamental cuestionar la sostenibilidad y la profundidad de estos empleos temporales. A pesar de que la contratación de más personal es un signo positivo, debemos indagar si estas acciones son meramente paliativas o si realmente crean una infraestructura laboral sólida que permita a los rondenses disfrutar de oportunidades a largo plazo. El uso de recursos públicos en iniciativas que ofrecen trabajo temporal puede verse como una respuesta de emergencia, pero es esencial que también se apoyen estrategias que promuevan la formación y la capacitación continua, evitando así que estos esfuerzos se conviertan en meras medidas populistas.
Por otro lado, el programa Andalucía Activa también se suma a un panorama que, aunque alentador, plantea interrogantes sobre la efectividad y el alcance de estas iniciativas. La inversión significativa de 1,2 millones de euros es un gesto hacia la recuperación económica, pero también resalta la necesidad de un enfoque más integral que no solo contemple la creación de empleo, sino que analice la calidad de estos puestos de trabajo y las condiciones laborales de los participantes. La alcaldesa María de la Paz Fernández subraya correctamente el valor de la participación ciudadana, pero quizás el reto más grande radica en generar un entorno donde los ciudadanos no solo sean beneficiarios, sino participantes activos en la construcción de su futuro. La experiencia de estos programas debería ser catalizadora para un diálogo más amplio sobre el papel del trabajo en la dignidad humana y su impacto en el desarrollo social de la ciudad.
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