El sarampión, una enfermedad considerada como una de las más contagiosas del mundo, ha vuelto a ser noticia en la provincia de Málaga, generando preocupación entre las autoridades sanitarias y los padres de familia. Con el registro de un nuevo brote en una guardería local, el cual ha afectado a varios niños no vacunados, los expertos advierten sobre la importancia de mantener altas tasas de vacunación para evitar la propagación de esta enfermedad.
Desde el inicio de febrero de 2025, se han constatado tres casos de sarampión en un centro infantil, afectando a dos gemelos de dos años y a un menor de 14 meses. A pesar de ser inicialmente casos aislados, el número de afectados ha ido en aumento. El Doctor Manuel Baca, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, destaca que la situación es “preocupante” y reitera que “cuando las tasas de vacunación bajan, los brotes de sarampión se convierten en una realidad que no se puede ignorar”.
La vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para combatir el sarampión y sus complicaciones. La vacuna tetravírica, que protege contra el sarampión, la rubéola, las paperas y la varicela, ha sido recomendada por la Asociación Española de Pediatría y juega un papel crucial en la salud pública. El Dr. Baca elogia su eficacia, señalando que “es fundamental que los niños reciban la vacuna a partir de los 12 meses”. Esta acción no solo protege a los individuos, sino que crea una barrera comunitaria que impide la propagación del virus.
La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha activado el protocolo correspondiente de vigilancia y seguimiento epidemiológico. Este esfuerzo busca contener la propagación de la enfermedad, y reitera la necesidad de que todos los niños estén al día con su calendario de vacunación. “Es crucial que los padres estén informados sobre la necesidad de vacunar a sus hijos, especialmente en tiempos donde los brotes son más comunes”, subraya el especialista.
La difusión de información precisa y actualizada se vuelve indispensable para enfrentar esta crisis sanitaria. En enero de 2025, un brote similar en Vizcaya dejó 12 casos confirmados, todos conectados a un caso importado. Las autoridades implementaron medidas de control, como la recomendación de limitar actividades sociales y el uso de mascarillas, advirtiendo sobre la rapidez con que el sarampión puede extenderse en comunidades con baja cobertura de vacunación.
A nivel global, el sarampión ha experimentado un significativo resurgimiento, reportando alrededor de 10,3 millones de casos en 2023. Esto refleja una tendencia preocupante que requiere acción inmediata por parte de todos. En España, aunque las tasas de vacunación siguen siendo relativamente altas, los brotes esporádicos resaltan fragilidades que podrían amenazar el bienestar de las comunidades si no se toman las medidas necesarias.
En este contexto, desde el Hospital Quirónsalud Málaga instan a la comunidad a reforzar su compromiso con la vacunación, asegurando que cada niño esté debidamente protegido. “La salud pública depende de nuestra responsabilidad colectiva”, concluye el Dr. Baca, recordando que la prevención mediante la vacunación es el mejor camino para erradicar enfermedades que fueron, hasta hace poco, controladas.
El reciente brote de sarampión en Málaga es un recordatorio alarmante de la fragilidad de los logros alcanzados en salud pública y de la responsabilidad colectiva que tenemos ante la inmunización. Aunque los niveles de vacunación en España son relativamente altos, la aparición de casos entre niños no vacunados pone de manifiesto un problema estructural en la percepción de la vacunación. La crítica no debe dirigirse únicamente hacia los padres que eligen no vacunar a sus hijos, sino hacia un sistema de salud que, a pesar de sus esfuerzos, no ha conseguido transmitir la urgencia y la importancia vital de la vacunación como un bien común. Es esencial que se establezcan campañas de concienciación efectivas que desmitifiquen los miedos infundados acerca de las vacunas y subrayen su rol crucial en la prevención de brotes epidémicos.
Además, este episodio pone de manifiesto la necesidad de una coordinación más efectiva entre las autoridades sanitarias, profesionales de la salud y la comunidad. No se trata solo de contener el brote actual, sino de construir una cultura de vacunación robusta que asegure la protección de nuestras generaciones futuras. La vacunación ha demostrado ser la herramienta más eficaz para combatir enfermedades como el sarampión, y la salud pública depende irremediablemente del compromiso colectivo de cada familia en cumplir con el calendario vacunal. Solo a través de un enfoque colaborativo y bien informado podremos recuperar la confianza en la inmunización y evitar que enfermedades controladas resurjan como amenazas para nuestra sociedad.
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