En una jornada marcada por la preocupación por la movilidad en los municipios de la Axarquía, el secretario general del PSOE de Málaga, Josele Aguilar, ha alzado la voz para pedir a la Junta de Andalucía que se dote a estas localidades de un transporte público adecuado. Tras una reunión clave con los alcaldes de El Borge, Raúl Vallejo, y Almáchar, Antonio Yuste, Aguilar ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar esta problemática con urgencia.
El político malagueño subrayó que mientras el Gobierno de España destina 1.500 millones de euros para mejorar el transporte público en todo el país, la Junta parece haber ignorado por completo las necesidades de estos municipios, al afirmar que asigna “transporte público cero” a las localidades de El Borge y Almáchar. “Es imperativo que este Gobierno regional escuche las demandas de nuestros pueblos, que merecen un acceso digno a los servicios públicos”, afirmó Aguilar con firmeza.
El alcalde de El Borge, Raúl Vallejo, no se quedó atrás y criticó la decisión de la Junta de cambiar la ruta del autobús que conecta su municipio con Almáchar y Velez-Málaga. Actualmente, el trayecto se ha alargado en 12 kilómetros y toma 40 minutos más debido a la inclusión de paradas en Cútar y Benamargosa. Vallejo enfatizó que esta situación no solo es un inconveniente para los vecinos, sino que desincentiva la movilidad y contribuye a la despoblación de la zona.
“Es un asunto de justicia social y movilidad, y estamos dispuestos a luchar hasta que nuestros pueblos entren a formar parte del Consorcio de Transporte Metropolitano”, declaró Vallejo, asegurando que el derecho al transporte es primordial para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Por su parte, Antonio Yuste, alcalde de Almáchar, reafirmó su compromiso de continuar con la lucha por un transporte público digno. “Contamos con el respaldo de nuestros vecinos, y eso nos da fuerza para seguir adelante. No cejaremos en nuestro empeño hasta que nuestros pueblos cuenten con el transporte que merecen”, concluyó Yuste, resonando el sentir de la comunidad sobre la importancia de un servicio de transporte que no solo conecte localidades, sino que también enriquezca su tejido social y económico.
Con la vista puesta en el futuro y un fuerte sentido de comunidad, los alcaldes de la Axarquía esperan que la Junta de Andalucía reconsidere su postura y actúe en pro del bienestar de sus ciudadanos, cumpliendo así con un deber que parece, hasta ahora, haber sido olvidado.
La reciente exigencia de un transporte público digno para la Axarquía, articulada por los líderes locales y el secretario general del PSOE de Málaga, destaca un tema crucial que ha sido desatendido por la Junta de Andalucía. Si bien los esfuerzos de los alcaldes de El Borge y Almáchar son loables, la realidad es que la falta de una conectividad eficiente no solo compromete la movilidad de los ciudadanos, sino que también afecta la cohesión social y el desarrollo económico de la región. La decisión de alargar las rutas de autobús, a pesar de ser ostensiblemente lógica desde un punto de vista administrativo, se traduce en un desinterés por las necesidades reales de sus habitantes, lo que plantea una pregunta inquietante: ¿es la Junta realmente consciente de las implicaciones que esta falta de servicio acarrea? La justicia social, a menudo utilizada como consigna política, debe traducirse en acciones concretas para que la lipotimia que invade a muchas localidades no se convierta en un estigma irremediable.
Más allá de la crítica hacia la administración regional, la situación convocada por esta problemática invita a una reflexión más profunda sobre la responsabilidad colectiva al abordar los problemas de infraestructura y servicios públicos. La creación de un Consorcio de Transporte Metropolitano que incluya estas localidades no solo es una demanda legítima, sino un requisito esencial para evitar el avance de la despoblación. Desde las instituciones locales, la mejora del transporte debería ser una prioridad estratégica que fomente un modelo de desarrollo sostenible, convirtiendo la lucha por la movilidad en una auténtica reivindicación social. Si la Junta de Andalucía no responde a esta exigencia, nos enfrentamos no solo a un déficit en la conectividad, sino a una erosión del tejido social que amenaza el futuro de la Axarquía y sus habitantes. Es imperativo que los dictámenes políticos se alineen con las necesidades de la población, y que se comience a ver el transporte público no como un gasto, sino como una inversión en el bienestar de todos.
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