La Asamblea General Ordinaria de Apymer ha sido el escenario de un alto voltaje de preocupación y determinación, centrando su atención en la problemática generada por el corte de la carretera Ronda-San Pedro Alcántara (A-397). La decisión de incluir este asunto en el orden del día, de manera urgente, refleja la magnitud del impacto que esta interrupción tiene sobre el tejido empresarial de la comarca. Durante la reunión, se acordó por unanimidad demandar a las administraciones una serie de medidas urgentes para mitigar la situación crítica en que se encuentran numerosas empresas y autónomos.
La primera petición, considerada por muchos como la más apremiante, es la creación de un paquete de ayudas directas para las empresas y autónomos que dependen de la Costa del Sol Occidental. Los participantes en la asamblea no escatimaron en mostrar su preocupación ante los graves problemas que enfrentan los negocios para cumplir con los plazos y condiciones acordadas previamente con sus clientes. El corte de la carretera no solo ha generado sobrecostes económicos, sino que también ha reducido la productividad y las jornadas laborales efectivas debido a los incrementos en los tiempos de desplazamiento. Esta situación pone en riesgo la viabilidad misma de muchos negocios que luchan por mantenerse a flote.
La situación se complica aún más al conocer que la carretera permanecerá cerrada durante un periodo mínimo de 4,5 meses. Por ello, la asamblea propuso aprovechar esta circunstancia para ejecutar todas las medidas previstas en los presupuestos del año 2023, que suman cerca de 15 millones de euros para la mejora de esta vía crucial. Las actuaciones incluyen la construcción de carriles para vehículos lentos, afianzamiento de taludes y laderas, y ampliación de arcenes, entre otras acciones que podrían realizarse de forma rápida y eficiente.
Además de estas peticiones concretas, Apymer instó a las autoridades a recordar las promesas realizadas durante las campañas electorales, muchas de las cuales siguen sin cumplirse. En particular, la necesidad de acelerar las inversiones en la Autovía Ronda-Málaga se ha convertido en un clamor unánime entre los miembros de la asamblea. Asimismo, se exigieron mejoras significativas en la A-374 (Carretera de Sevilla), que presenta un estado lamentable y requiere atención urgentemente.
Conscientes de la urgencia de sus demandas, la Junta Directiva de Apymer tiene programadas reuniones la próxima semana con la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, la Confederación de Empresarios de Málaga, la Cámara de Comercio de Málaga, y diversos ayuntamientos de la comarca. El objetivo es comunicar de forma clara y contundente estas reivindicaciones, poniendo en relieve la realidad que viven los empresarios. A partir de la próxima semana, Apymer se comprometió a informar sobre cualquier novedad y otras medidas que puedan surgir de estas relevantes interacciones.
La situación generada por el corte de la A-397 es un recordatorio doloroso de la fragilidad que enfrenta el tejido empresarial de nuestra comarca. Apymer ha puesto el dedo en la llaga al demandar acciones urgentes, subrayando la falta de previsión y compromiso de las administraciones en la gestión de infraestructuras vitales. No se trata simplemente de un corte de carretera, sino del impacto directo sobre la productividad y la subsistencia de cientos de empresas y autónomos que, en muchos casos, ya están al borde de la quiebra. Exigir medidas concretas como un paquete de ayudas directas no es solo razonable, es crucial para asegurar que estos negocios puedan afrontar el presente sin ahogos financieros insoportables que amenazan su viabilidad futura.
Sin embargo, la exigencia de Apymer también debe servir como un llamado a la acción para que las autoridades no solo respondan a la crisis actual, sino que actúen con una visión de largo plazo. La promesa de acelerar inversiones en infraestructuras, como la Autovía Ronda-Málaga, que se han arrastrado durante años, debe ser acompañada de un plan realista y ejecutable. En este contexto, resulta esencial que las administraciones no solo se conviertan en entes reactivos, sino que también adopten una postura proactiva en la mejora y mantenimiento de las vías que son el corazón del desarrollo económico local. La reconstrucción de la confianza entre el sector empresarial y las instituciones comienza con el cumplimiento de promesas y la implementación de medidas efectivas que aseguren un futuro más resiliente frente a contingencias similares.
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