Un total de siete personas, incluyendo un bebé de tan solo cuatro meses, resultaron heridas este sábado en un aparatoso accidente de tráfico en la A-367, a la altura del kilómetro 38, en el término municipal de Ronda. El suceso, que involucró a tres turismos, movilizó a un amplio dispositivo de emergencias y generó importantes retenciones en la zona durante varias horas.
Según fuentes del servicio de emergencias 112, la colisión se produjo poco antes del mediodía, cuando un testigo alertó sobre un choque múltiple con personas heridas y atrapadas en el interior de los vehículos. La sala coordinadora activó de inmediato a la Guardia Civil de Tráfico, los servicios sanitarios del 061, los Bomberos del Consorcio Provincial de Málaga y el servicio de Mantenimiento de la vía.
La escena que se encontraron los equipos de rescate era de gran magnitud, con los tres vehículos severamente dañados y varios ocupantes necesitando asistencia inmediata. Los bomberos tuvieron que emplear herramientas especiales para liberar a algunas de las víctimas que se encontraban atrapadas entre los hierros retorcidos.
Una vez estabilizadas, las siete personas heridas fueron trasladadas al Hospital Serranía de Ronda. Se trata de cuatro hombres de 33, 42, 55 y 61 años, dos mujeres de 38 y 33 años, y el bebé de cuatro meses. Aún no se han facilitado detalles sobre la gravedad de las lesiones, aunque se espera que se emita un comunicado en las próximas horas.
La Guardia Civil de Tráfico ha abierto una investigación para determinar las causas exactas del accidente. Las primeras hipótesis apuntan a un posible alcance o una maniobra imprudente como detonante del siniestro. Se recomienda a los conductores extremar la precaución en las carreteras de la provincia, especialmente durante los fines de semana, y respetar las normas de circulación para evitar este tipo de tragedias.
Una vez más, la A-367, arteria vital para la Serranía de Ronda, se tiñe de rojo. La reiteración de accidentes en esta vía no es casualidad, sino síntoma de una infraestructura que, si bien es imprescindible para la conexión de la comarca, adolece de mejoras urgentes. No basta con lamentar las colisiones y apelar a la prudencia; es necesario que las administraciones competentes inviertan en una modernización real de la carretera, abordando puntos negros evidentes y mejorando la señalización. Mientras tanto, cada fin de semana es una ruleta rusa para quienes la transitan.
La presencia de un bebé entre los heridos añade un escalofrío particular a la noticia. Más allá de la investigación policial sobre las causas del accidente, es imprescindible que la sociedad malagueña reflexione sobre la cultura vial que estamos construyendo. ¿Estamos realmente concienciados sobre la importancia del respeto a las normas de tráfico, la distancia de seguridad y la conducción responsable? La seguridad en la carretera no es solo una cuestión de inversión en infraestructuras, sino también de educación y responsabilidad individual. Esperemos que este suceso sirva como un amargo recordatorio de que al volante, la prudencia es la mejor garantía de vida.
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