Los trabajadores del emblemático hotel Guadalpín Banús en Marbella han decidido tomar medidas enérgicas para proteger sus puestos de trabajo, los cuales se encuentran en gran peligro debido al cierre parcial del establecimiento desde julio. Con una concentración planeada frente a la sede de Turismo Andaluz en Málaga, los empleados buscan llamar la atención de las autoridades para que intervengan y resuelvan la crisis que atraviesa el hotel, afectando a más de 180 trabajadores que se encuentran en un ERTE por causas de fuerza mayor.
La situación se ha complicado aún más desde que la Junta de Andalucía prometió medidas para evitar el cierre del hotel y la pérdida de empleos, pero hasta ahora no se han visto resultados concretos. El comité de empresa ha expresado su frustración y sensación de abandono, al sentirse engañados por las autoridades que no han cumplido con sus promesas de apoyo y solución a la crisis del hotel.
A pesar de que el hotel sigue recibiendo clientes, el cierre parcial ha afectado gravemente la operatividad del establecimiento, con la clausura de más de 60 habitaciones y las terrazas. La falta de servicios clave, como restauración, ha obligado a ajustar la plantilla para adaptarse a las necesidades actuales, lo que ha generado preocupación entre los trabajadores sobre la continuidad de sus empleos y la viabilidad del hotel en el futuro.
La situación que enfrentan los trabajadores del hotel Guadalpín Banús es una clara muestra de la crisis que atraviesa el sector turístico en la Costa del Sol. A pesar de los esfuerzos del comité de empresa por llamar la atención de las autoridades y encontrar soluciones, la falta de respuesta concreta por parte de la Junta de Andalucía evidencia una falta de compromiso y apoyo hacia los afectados. La incertidumbre y la sensación de abandono que expresan los trabajadores son comprensibles, ya que se enfrentan a la pérdida de sus empleos y la falta de perspectivas de una pronta solución.
Es fundamental que las autoridades actúen de manera inmediata y efectiva para evitar la pérdida de estos puestos de trabajo y el posible cierre definitivo del hotel. La viabilidad del establecimiento y la estabilidad laboral de los empleados están en juego, por lo que es necesario que se tomen medidas concretas y se cumplan las promesas realizadas anteriormente. La falta de respuesta y soluciones por parte de las autoridades solo contribuye a agravar la situación de crisis que atraviesa el sector turístico en la región, lo que pone en riesgo la economía y el bienestar de cientos de trabajadores y sus familias.
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