En un movimiento clave para el desarrollo urbano de Marbella, la Corporación municipal aprobó ayer un documento que incorpora una tercera parte de las alegaciones presentadas al Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). Esta decisión, tomada con los votos a favor del equipo de gobierno del PP, la abstención de PSOE y OSP y en contra de Vox, marca un hito en la planificación urbanística del municipio.
Con un total de 180 alegaciones recibidas, la mayoría provenientes de sociedades mercantiles, el Ayuntamiento ha decidido aceptar 58 de ellas, total o parcialmente. Estas alegaciones abarcan una amplia gama de temas, desde la zonificación del suelo rústico hasta la consideración urbana de terrenos específicos. La decisión de incorporar estas sugerencias demuestra un compromiso por parte del gobierno local de escuchar y atender las preocupaciones de los distintos actores en el desarrollo urbano de Marbella.
La alcaldesa, Ángeles Muñoz, destacó la importancia de seguir impulsando el crecimiento del municipio, fomentando la creación de empleo y riqueza, así como manteniendo altos estándares de calidad. En este sentido, se subrayó la apuesta por la construcción de vivienda pública y equipamientos, así como por mejoras en la movilidad urbana. Esta visión integral del desarrollo urbano busca no solo satisfacer las necesidades actuales de la población, sino también garantizar un futuro sostenible y próspero para Marbella.
Sin embargo, no todos los grupos políticos han respaldado la propuesta. El PSOE, por ejemplo, ha mostrado su desacuerdo debido a la falta de regularización de la zona de Los Molineros y a la posible privatización de la residencia Tiempo Libre. Para el partido socialista, estos aspectos son fundamentales para mantener la labor social que estas instalaciones han desempeñado durante décadas. Esta discrepancia refleja la complejidad y diversidad de intereses que convergen en el proceso de planificación urbana, resaltando la importancia de un diálogo continuo y constructivo entre todas las partes involucradas.
La decisión del Ayuntamiento de Marbella de incorporar una parte significativa de las alegaciones al Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) es un paso importante en el desarrollo urbano de la ciudad. La aceptación de 58 alegaciones, que abarcan una amplia gama de temas, demuestra una voluntad por parte del gobierno local de escuchar las preocupaciones de la sociedad y de los sectores implicados en el desarrollo urbanístico. Sin embargo, la falta de consenso entre los diferentes partidos políticos, como en el caso del PSOE, demuestra que la planificación urbana es un proceso complejo que requiere un diálogo continuo y constructivo.
La visión de la alcaldesa de Marbella de seguir impulsando el crecimiento del municipio y garantizar un futuro sostenible es loable, pero es necesario analizar en detalle las preocupaciones planteadas por los grupos políticos disidentes. La regularización de zonas como Los Molineros y la posible privatización de instalaciones sociales como la residencia Tiempo Libre son temas que deben ser abordados con cuidado para asegurar que el desarrollo urbano no perjudique a los sectores más vulnerables de la población. En última instancia, la planificación urbana debe equilibrar el crecimiento económico con el bienestar social y la protección del medio ambiente para garantizar un futuro próspero para todos los ciudadanos de Marbella.
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