Los profesionales de la Unidad de Salud Mental del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga han alzado su voz para denunciar la difícil situación en la que se encuentran. Con la amenaza de recortes de personal, estos psicólogos y psiquiatras se enfrentan a una realidad desafiante: la falta de recursos humanos para atender a una población cada vez más demandante.
El coordinador del equipo de salud mental de Fuengirola y Mijas, Manuel González Molinier, ha sido claro al señalar que la carga de trabajo es abrumadora. Con solo 83 profesionales para atender a más de un millón de habitantes en la región, la ratio de atención es insostenible. Esta falta de personal se traduce en largas esperas para los pacientes, que solo pueden ser vistos cada cuatro meses.
La situación es especialmente grave en el caso de trastornos graves, donde el seguimiento continuo es fundamental. La plantilla, calculada para una población de hace 20 años, no ha sido actualizada para reflejar el aumento en el número de habitantes y la demanda de servicios de salud mental. Los psiquiatras y psicólogos se ven desbordados y las consecuencias de esta situación se reflejan en la calidad de la atención que pueden ofrecer a los pacientes.
La denuncia de los profesionales de la Unidad de Salud Mental del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga pone de manifiesto una situación preocupante en la que la falta de recursos humanos está afectando gravemente la calidad de la atención a los pacientes. La carga de trabajo abrumadora y la escasez de personal se traducen en largas esperas para recibir tratamiento, lo que resulta especialmente problemático en el caso de trastornos graves que requieren seguimiento continuo. La falta de actualización de la plantilla para hacer frente a la creciente demanda de servicios de salud mental en la región es un grave error que está afectando negativamente a la atención a los pacientes.
Es fundamental que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar esta problemática y garantizar que los profesionales de la salud mental cuenten con los recursos necesarios para ofrecer una atención de calidad a la población. Los recortes de personal en este ámbito son especialmente preocupantes, ya que afectan directamente a la salud y bienestar de las personas que dependen de estos servicios. Es imprescindible priorizar la inversión en salud mental y asegurar que se cuente con una plantilla adecuada para hacer frente a las necesidades de la población. La salud mental es un aspecto fundamental de la salud integral de las personas y no puede ser descuidada en ningún caso.
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