El Juzgado de los Contencioso-Administrativo número 8 de Málaga ha emitido un auto que ha generado controversia en la ciudad. En este caso, Astilleros Nereo ha recibido la notificación de que el juez se inhibe ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA en relación al recurso presentado por la empresa el pasado mes de enero. La decisión se basa en el escrito de falta de competencia presentado por la Junta, argumentando que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía debería ser el encargado de llevar el caso.
La polémica surge a raíz del Decreto 12/2024 de la Consejería de Cultura, que declaraba el Parque Balneario Nuestra Señora del Carmen como Bien de Interés Cultural (BIC). Astilleros Nereo alega que esta declaración podría implicar instrucciones para trasladar los astilleros, lo cual sería inviable ya que cuentan con doble protección patrimonial desde 2016. Ante esta situación, la empresa ha decidido interponer un recurso para proteger sus instalaciones y evitar posibles reubicaciones que podrían afectar a su actividad.
La noticia ha generado gran expectación en Málaga, ya que Astilleros Nereo es una empresa con una larga trayectoria en la ciudad y sus instalaciones han sido parte del paisaje urbano durante décadas. La posibilidad de que se vean obligados a trasladarse o incluso cerrar sus puertas ha generado preocupación entre los trabajadores y la comunidad local. Se espera que en los próximos días se aclare la situación y se pueda llegar a una resolución que satisfaga a ambas partes afectadas.
El auto emitido por el Juzgado de los Contencioso-Administrativo número 8 de Málaga en relación al caso de Astilleros Nereo ha levantado una polvareda de controversia en la ciudad. La decisión de inhibirse ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA basándose en el escrito de falta de competencia presentado por la Junta ha dejado en vilo el futuro de esta empresa con una larga historia en Málaga. La declaración del Parque Balneario Nuestra Señora del Carmen como Bien de Interés Cultural y la posibilidad de trasladar los astilleros ha encendido las alarmas entre los trabajadores y la comunidad local.
La incertidumbre en torno a la situación de Astilleros Nereo pone de manifiesto la importancia de garantizar la protección del patrimonio cultural sin poner en riesgo la viabilidad de empresas arraigadas en la ciudad. Es fundamental que se llegue a una resolución que logre conciliar los intereses de ambas partes involucradas, evitando afectar la actividad de la empresa y preservando el legado histórico del Parque Balneario. El desenlace de este caso tendrá repercusiones significativas en la economía local y en el tejido social de Málaga, por lo que es imperativo que se aborde con sensatez y equidad para mantener el equilibrio entre desarrollo y conservación.
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