Este verano, la tendencia de alquilar piscinas privadas ha llegado para quedarse, ofreciendo una alternativa única para aquellos que buscan disfrutar del buen tiempo y refrescarse sin tener que compartir espacio con desconocidos en las tradicionales piscinas públicas. La plataforma Cocopool ha sabido capitalizar esta demanda creciente, permitiendo a propietarios de piscinas subutilizadas generar ingresos adicionales alquilando sus instalaciones por horas a familias y grupos en busca de un momento de relax y diversión.
En Málaga, esta tendencia se ha vuelto especialmente popular, con un aumento significativo en la demanda de piscinas particulares para alquiler durante la temporada estival. Gerard Xalabardé, CEO y cofundador de Cocopool, destaca la alta actividad en la región y la creciente aceptación de esta nueva forma de disfrutar del verano. Con una media de reserva de 320 euros en 2023 y un promedio de ingresos por anfitrión de 2.500 euros, la plataforma espera superar estas cifras este año, consolidándose como una opción atractiva tanto para propietarios como para bañistas.
Desde la plataforma del alquiler de piscinas, se destaca que las reservas suelen destinarse a la celebración de cumpleaños, eventos familiares, reuniones con amigos, baby showers e incluso eventos corporativos. Además del uso de la piscina, los usuarios pueden disfrutar de espacios como jardines, cocinas exteriores, baños, jacuzzis y zonas de descanso, brindando una experiencia completa y personalizada a cada grupo de usuarios. Este enfoque en la versatilidad y comodidad ha contribuido al éxito creciente de esta forma de ocio.
En definitiva, el alquiler de piscinas privadas se consolida como una opción atractiva y rentable para propietarios y bañistas por igual. Más allá de ser un plan económico para disfrutar del verano, se ha convertido en una nueva oportunidad de negocio, con propietarios que pueden llegar a ganar hasta 10.000 euros alquilando sus piscinas durante la temporada estival. Con una demanda creciente y una oferta diversificada, esta tendencia promete seguir creciendo y captando la atención de aquellos que buscan una experiencia única y exclusiva para disfrutar del verano.
La tendencia de alquiler de piscinas privadas supone un cambio interesante en la forma en que las personas disfrutan del verano y buscan alternativas para refrescarse. Sin embargo, es importante considerar que esta práctica puede contribuir a la privatización de espacios de recreación y ocio que tradicionalmente eran de acceso público, limitando el acceso a aquellos que no pueden permitirse pagar por este tipo de servicios exclusivos. Además, es necesario asegurar que se cumplan normas de seguridad y salubridad en estas instalaciones para garantizar la protección de los usuarios.
Si bien el alquiler de piscinas privadas puede resultar una opción interesante para propietarios en busca de ingresos adicionales, es fundamental reflexionar sobre las implicaciones que puede tener a nivel social y comunitario. ¿Estamos creando una sociedad cada vez más fragmentada, donde solo aquellos con recursos pueden acceder a ciertos espacios de recreación? Es necesario debatir sobre la equidad y accesibilidad de este tipo de prácticas en un contexto de creciente desigualdad social.
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