La Guardia Civil ha llevado a cabo un importante golpe contra el tráfico de drogas en Alhaurín de la Torre, con la detención de once personas implicadas en el cultivo y venta de marihuana. La operación se inició tras una exhaustiva investigación que reveló la existencia de un grupo criminal que operaba en varias viviendas de la barriada de Viñagrande. El intenso trasiego de personas y el fuerte olor a marihuana en la zona alertaron a las autoridades sobre la actividad ilícita que se estaba llevando a cabo en el lugar.
Los registros domiciliarios realizados por la Guardia Civil permitieron la incautación de 2.300 plantas de marihuana, así como una importante cantidad de droga lista para la venta, armas prohibidas, dinero en efectivo y una sofisticada instalación eléctrica destinada a defraudar fluido eléctrico. Además, se descubrió la existencia de zulos construidos debajo de las viviendas, utilizados como laboratorios indoor para el cultivo de marihuana. La organización criminal contaba con varios puntos de venta de droga y utilizaba túneles para evitar ser detectados por las autoridades.
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta operación fue la implicación de un menor de edad en las actividades del grupo criminal, quien se encargaba de realizar tareas de elaboración y venta de droga. Este hecho pone de manifiesto la gravedad de la situación y la necesidad de actuar con contundencia contra este tipo de organizaciones que ponen en peligro la seguridad y la salud de la sociedad. La desarticulación de dos puntos de venta de droga al menudeo y seis laboratorios de cultivo de marihuana representa un importante golpe contra el tráfico de drogas en la zona y envía un claro mensaje de que este tipo de actividades no serán toleradas.
La operación llevada a cabo por la Guardia Civil en Alhaurín de la Torre ha puesto al descubierto una red criminal dedicada al tráfico de drogas que operaba de forma clandestina en la barriada de Viñagrande. La detención de once personas implicadas en el cultivo y venta de marihuana, incluido un menor de edad, es un claro ejemplo de la gravedad de la situación y la necesidad de erradicar este tipo de actividades ilegales que ponen en riesgo la seguridad y la salud de la sociedad.
Los registros realizados en las viviendas de los implicados han permitido la incautación de una gran cantidad de droga, armas prohibidas, dinero en efectivo y una sofisticada instalación eléctrica destinada a defraudar fluido eléctrico. La existencia de túneles y zulos construidos para el cultivo de marihuana demuestra la alta organización y la impunidad con la que operaba esta red criminal. La actuación de las autoridades en este caso es digna de reconocimiento por su dedicación y eficacia en la lucha contra el tráfico de drogas en la zona.
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