La negociación entre los sindicatos y Vodafone España ha tomado un giro inesperado con la propuesta de una nueva rebaja en los despidos del ERE. Esta propuesta, que reduciría el número de afectados a 938 trabajadores, ha generado un gran revuelo entre los trabajadores y sus representantes sindicales.
La dirección de la compañía se compromete a cubrir al menos 60 de las 68 vacantes nuevas internamente, lo que podría ofrecer un rayo de esperanza a aquellos que temen perder su trabajo. Sin embargo, las indemnizaciones propuestas de 30 días al año con un máximo de 20 mensualidades siguen siendo motivo de fricción entre las partes.
Además, la garantía de no afectación a miembros de la unidad familiar, personas con discapacidad y víctimas de violencia de género ha sido vista por algunos como un gesto positivo por parte de la empresa. Sin embargo, la representación laboral de los trabajadores considera que la oferta de Vodafone sigue siendo «totalmente insuficiente» y advierte que la obstinación de la empresa en mantener su postura podría complicar aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo.
En medio de este escenario tenso y lleno de incertidumbre, los trabajadores se mantienen firmes en su posición y esperan que se pueda llegar a un acuerdo que proteja sus derechos laborales y les brinde un futuro más estable en medio de este proceso de reestructuración en la empresa de telecomunicaciones.
La propuesta de Vodafone España de reducir el número de despidos en su ERE ha generado una gran controversia entre los trabajadores y sus representantes sindicales. A pesar de la posibilidad de cubrir vacantes internamente y de ofrecer ciertas garantías a ciertos colectivos vulnerables, las condiciones de las indemnizaciones siguen siendo motivo de discordia. La postura «insuficiente» de la empresa ha llevado a un estancamiento en las negociaciones, lo que podría prolongar la incertidumbre de los trabajadores afectados.
En este contexto tenso, los trabajadores mantienen su posición y esperan que se pueda llegar a un acuerdo que proteja sus derechos laborales. La obstinación de la empresa en mantener su postura ha aumentado la preocupación de los empleados, quienes buscan un futuro más estable en medio de esta reestructuración. La resolución de este conflicto será clave para el bienestar de cientos de trabajadores y para la imagen de la compañía en el ámbito laboral.
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