Con la llegada del verano, es normal que los españoles comiencen a planificar sus merecidas vacaciones. Sin embargo, en los últimos tiempos, la tendencia de viajar al extranjero ha experimentado un notable descenso, reflejando un cambio en las preferencias de los viajeros. Según los datos recopilados por CaixaBank Research, el gasto en viajes al exterior se sitúa un 14% por debajo de los niveles registrados en 2019, antes de la pandemia. Esta disminución es especialmente marcada en las generaciones intermedias, quienes han optado por ahorrar y disfrutar de destinos nacionales.
A pesar de esta tendencia, el gasto turístico fuera de España de los residentes ha experimentado un ligero aumento del 1,2% en junio. Es interesante destacar que quienes más han aprovechado para viajar han sido los mayores de 65 años, con un crecimiento del 9,8% interanual. Por otro lado, los jóvenes apenas aumentaron su gasto, mostrando una preferencia por destinos locales. En este sentido, el turismo doméstico ha experimentado un notable incremento del 52,9% en junio de 2024, reflejando una mayor preferencia por disfrutar de los encantos de España.
En cuanto al consumo en el país, las cifras muestran un crecimiento significativo del 4,5% en el primer semestre del año. Este dato es alentador, ya que indica que el consumo se está manteniendo robusto a pesar de los vaivenes económicos de los últimos años. Con un crecimiento del 4,2% en junio, impulsado por el comercio electrónico y los recibos, el sector de la restauración ha sido uno de los más beneficiados. A pesar de algunos desafíos en el comercio presencial, el dinamismo del consumo en general muestra una tendencia positiva para la economía española.
Con la llegada del verano, es evidente que los hábitos de consumo y viaje de los españoles han experimentado una transformación notable. El descenso en el gasto en viajes al extranjero refleja una preferencia cada vez mayor por disfrutar de destinos nacionales, impulsando el turismo doméstico a niveles nunca antes vistos. Este cambio de tendencia, especialmente marcado en las generaciones intermedias, no solo beneficia a la economía nacional, sino que también destaca la riqueza cultural y turística que España tiene para ofrecer a sus propios ciudadanos.
Por otro lado, el incremento en el consumo en el país es una señal alentadora de la recuperación económica. El crecimiento en el sector de la restauración, impulsado por el comercio electrónico, demuestra la capacidad de adaptación de las empresas a las nuevas formas de consumo. A pesar de los desafíos que aún enfrenta el comercio presencial, la tendencia positiva en el consumo en general augura un futuro prometedor para la economía española en los próximos meses.
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