La decisión de Iberdrola de hacerse cargo del suministro eléctrico de las carreteras españolas ha traído consigo un cambio importante en la iluminación de las principales vías del país. Con más de 1.600 puntos de suministro distribuidos a lo largo de más de 26.400 kilómetros de autopistas, autovías y carreteras convencionales de titularidad estatal, la compañía eléctrica se enfrenta a un desafío de gran envergadura. Este proyecto no solo busca garantizar una iluminación adecuada para la seguridad de los conductores, sino que también se vincula a la Estrategia de Eficiencia Energética aprobada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que tiene como objetivo reducir un 50% el consumo eléctrico y las emisiones de la Red de Carreteras del Estado para el año 2030.
La modernización del sistema de iluminación de las carreteras es un aspecto clave de este proyecto, ya que se pretende pasar de las luminarias de vapor de sodio a alta presión a la iluminación LED. Este cambio no solo supondrá una mejora en la eficiencia energética, sino que también permitirá la implementación de sistemas de gestión inteligente de la iluminación. Estos sistemas podrán regular la intensidad de la luz en función de la presencia de vehículos y personas, así como de las condiciones climáticas, lo que contribuirá a una mayor seguridad vial y a una reducción del consumo energético.
Además, la introducción de tecnología LED en la iluminación de las carreteras también supone un avance en términos de sostenibilidad. Al disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y reducir las emisiones de carbono, se contribuye a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático. Este enfoque hacia la sostenibilidad no solo se refleja en la elección de tecnologías más eficientes, sino también en la planificación de inversiones para impulsar la eficiencia energética y la transformación sostenible de la red de carreteras españolas.
En definitiva, la adjudicación del contrato de suministro eléctrico de las carreteras estatales a Iberdrola marca un hito en la modernización de la infraestructura vial de España. Con un enfoque en la eficiencia energética, la seguridad vial y la sostenibilidad, este proyecto se presenta como una oportunidad para mejorar la experiencia de conducción en las carreteras del país y contribuir a la transición hacia un modelo energético más limpio y responsable.
La decisión de Iberdrola de hacerse cargo del suministro eléctrico de las carreteras españolas representa un paso importante hacia la modernización de la infraestructura vial del país. Con la implementación de iluminación LED y sistemas inteligentes de gestión, se busca no solo mejorar la eficiencia energética, sino también garantizar una mayor seguridad vial. Esta iniciativa, en línea con la Estrategia de Eficiencia Energética del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, demuestra un compromiso con la reducción de emisiones y la protección del medio ambiente.
Además, la apuesta por la sostenibilidad en la iluminación de las carreteras refleja un enfoque responsable hacia la gestión de los recursos energéticos y la lucha contra el cambio climático. Con este proyecto, se abre una ventana de oportunidad para transformar la red de carreteras españolas hacia un modelo más limpio y eficiente. En definitiva, la adjudicación del contrato a Iberdrola supone un avance significativo en la mejora de la experiencia de conducción en las carreteras del país y en la promoción de un desarrollo sostenible en el sector de la energía.
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