El sector inmobiliario y las constructoras continúan dando de qué hablar al encontrarse en la lista de morosos de la Agencia Tributaria. Este grupo de 6.084 declarantes, entre personas físicas y jurídicas, acumulan deudas que superan los 600.000 euros cada uno, sumando un total de 12.620 millones de euros en deuda pendiente. A pesar de que esta cifra representa un descenso del 6,9% con respecto al año anterior, la situación sigue siendo preocupante para las autoridades fiscales.
En el primer puesto de la lista se encuentra Reyal Urbis, con una deuda de 279,81 millones de euros. A pesar de que esta cifra ha disminuido un 14% con respecto al año anterior, la promotora sigue en fase de liquidación, con activos por vender. Por otro lado, Martinsa-Fadesa conserva una deuda de 5,94 millones de euros, manteniendo la misma cifra que el año anterior. Sin embargo, la venta ordenada de activos de esta histórica empresa comenzó en 2015.
Otra empresa que ha llamado la atención en esta lista es Grupo Pra, con una deuda de 91,42 millones de euros. Esta cifra se mantiene casi intacta con respecto al año pasado. Aifos, la promotora fundada por Jesús Ruiz que también está en liquidación, acumula una deuda de más de 90 millones de euros. En el caso de Obras Nuevas de Edificación 2.000, la empresa propiedad de Francisco Hernando del Saz, conocido como ‘el Pocero’, la deuda asciende a 87,7 millones de euros, la misma cantidad que el año anterior.
Es evidente que el sector inmobiliario y de la construcción sigue enfrentando dificultades financieras, lo que refleja la compleja situación económica que atraviesa el país. Es vital que las empresas del rubro tomen medidas para sanear sus finanzas y cumplir con sus obligaciones fiscales, a fin de evitar mayores problemas en el futuro. La transparencia y la responsabilidad financiera son fundamentales para garantizar la estabilidad y el desarrollo sostenible de la industria.
El hecho de que el sector inmobiliario y las constructoras figuren en la lista de morosos de la Agencia Tributaria es una clara señal de las dificultades financieras que enfrenta este sector en nuestro país. A pesar de que la deuda total ha disminuido en un 6,9% con respecto al año anterior, el hecho de que 6.084 declarantes acumulen más de 600.000 euros de deuda cada uno es alarmante. La presencia de empresas históricas como Reyal Urbis y Martinsa-Fadesa en esta lista, con deudas millonarias, es un indicio de la larga y compleja crisis que ha afectado al sector.
Es imperativo que las empresas del sector inmobiliario y de la construcción adopten medidas efectivas para sanear sus finanzas y cumplir con sus obligaciones fiscales. La transparencia y la responsabilidad financiera son claves para garantizar la estabilidad y el desarrollo sostenible de esta industria tan crucial para la economía española. Las autoridades fiscales deben seguir vigilantes y aplicar las medidas necesarias para impulsar la recuperación y el crecimiento de un sector fundamental para el país.
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