La decisión del Gobierno de repartir compensaciones mucho menores de lo que la gran industria venía reclamando ha generado un gran malestar en el sector. Con un importe de solo 300 millones de euros para cubrir los costes indirectos del CO2, las empresas electrointensivas se sienten en clara desventaja frente a sus competidores europeos. Este presupuesto insuficiente podría afectar seriamente su capacidad de competir en el mercado internacional y comprometer su sostenibilidad a largo plazo.
Las empresas de gran consumo de energía, representadas por la AEGE, habían solicitado una ampliación presupuestaria significativa para compensar los altos costes que asumen debido a las emisiones de CO2. Con un derecho a compensaciones de 850 millones de euros este año, el importe asignado por el Gobierno está muy por debajo de las expectativas del sector. Esta brecha entre lo solicitado y lo otorgado podría tener repercusiones en la industria y en la economía en general, ya que la competitividad de estas empresas es crucial para el desarrollo del país.
La preocupación por la falta de apoyo gubernamental se extiende entre los grandes grupos industriales electrointensivos, quienes consideran que esta situación representa una clara desventaja en comparación con sus rivales europeos. Empresas como ArcelorMittal, Acerinox, Sidenor, Ferroatlántica o Tubos Reunidos, se han visto afectadas por la escasez de recursos destinados a cubrir los costes indirectos del CO2, lo que podría impactar en su crecimiento y estabilidad a largo plazo. Es crucial que se encuentre una solución que permita a estas empresas mantener su competitividad en el mercado global y contribuir al desarrollo económico del país.
La decisión del Gobierno de asignar solo 300 millones de euros para compensar los costes indirectos del CO2 en el sector de las empresas electrointensivas ha generado un clima de descontento y malestar. Esta cantidad, muy por debajo de las expectativas de las compañías y de lo solicitado por la AEGE, pone en riesgo la competitividad de estas empresas en el mercado internacional y compromete su sostenibilidad a largo plazo.
La brecha entre las compensaciones solicitadas y las asignadas puede tener repercusiones significativas en la industria y en la economía en general. Es fundamental que el Gobierno revise esta decisión y busque soluciones que permitan a las empresas electrointensivas mantenerse competitivas frente a sus rivales europeos. La falta de apoyo gubernamental podría afectar no solo a las empresas en cuestión, como ArcelorMittal o Acerinox, sino también al desarrollo económico del país en su conjunto.
Completa el formulario o escríbenos a redaccion@eldiariodemalaga.es y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.
