La lucha contra el fraude en el sector de las gasolineras y petroleras es una batalla que está en pleno apogeo. Las prácticas fraudulentas están generando un grave impacto tanto en las grandes petroleras como en las estaciones de servicio independientes. La competencia desleal está dejando a muchas empresas al borde de la quiebra, ya que se ven imposibilitadas de competir con los precios artificialmente bajos de los carburantes vendidos por empresas piratas.
La sensación de impunidad en el sector es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las asociaciones empresariales. Los defraudadores se están aprovechando de la imagen de vender los combustibles más baratos, lo que les otorga la fidelidad de muchos conductores. Esta situación no solo perjudica a las empresas del sector, sino que también va en contra de los objetivos de reducción de emisiones y del desarrollo empresarial.
Las cifras del fraude en el sector son alarmantes. En 2022, el fraude en el pago del IVA en el sector de las gasolineras alcanzó los 700 millones de euros, y el año pasado superó los 1.000 millones. Con la situación de interinidad generada por una reforma legal, las prácticas fraudulentas se han extendido masivamente, afectando a un gran número de operadores del mercado. Se estima que entre un 25 y un 30% de todos los operadores se están beneficiando de estas prácticas fraudulentas.
Ante esta situación, las patronales están pidiendo medidas urgentes para frenar el fraude en el sector. Propuestas como el pago del IVA antes de la extracción de los carburantes de los depósitos, las liquidaciones mensuales del impuesto o un mayor control y expulsión rápida de los operadores que cometan fraudes son algunas de las soluciones que se están planteando. La industria de las gasolineras y petroleras necesita un cambio radical para poder enfrentarse a este problema que amenaza su supervivencia.
La lucha contra el fraude en el sector de las gasolineras y petroleras es una tarea urgente que requiere la atención del gobierno y de las autoridades correspondientes. Las prácticas fraudulentas no solo afectan a las grandes empresas, sino también a las estaciones de servicio independientes que no pueden competir con los precios artificialmente bajos de los defraudadores. Es necesario tomar medidas drásticas para frenar este problema que no solo perjudica a las empresas del sector, sino que también impacta en los objetivos de reducción de emisiones y en el desarrollo empresarial.
Las cifras del fraude en el sector son alarmantes y es fundamental que se tomen acciones concretas para combatirlo. Las propuestas de las patronales son un primer paso, pero se necesita un cambio radical en la industria para poder erradicar estas prácticas fraudulentas. Las autoridades deben actuar de manera inmediata para evitar que más empresas caigan en la quiebra y para garantizar la transparencia y la legalidad en el mercado de los carburantes. Solo así se podrá garantizar la supervivencia de un sector vital para la economía del país.
Completa el formulario o escríbenos a redaccion@eldiariodemalaga.es y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.
