El empresario alcoyano Miguel Ángel Alcaraz ha dado un giro importante en su red de supermercados al desprenderse de una gran parte de ellos. La venta de treinta de los 51 establecimientos que conforman su cadena a empresas como Fragadis y Consum marca un cambio significativo en el sector de la distribución en la zona de Valencia, Alicante, Castellón, Murcia y Albacete. Esta operación, cuyo costo no ha sido divulgado públicamente, está a la espera de la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), lo que se espera que suceda a principios del próximo año.
Para Fragadis, la adquisición de estos 30 supermercados representa un gran paso en su expansión, elevando su número de tiendas a 218 y su espacio comercial a 280,000 metros cuadrados. Además, con la incorporación de 700 nuevos empleados, la compañía establecerá su presencia por primera vez en Murcia y Albacete, ampliando así su alcance geográfico. Por otro lado, Consum también se beneficiará de esta transacción al adquirir una decena de locales, incluyendo su primera tienda en Amposta, Tarragona, y expandiendo su presencia en la Comunidad Valenciana y Murcia.
Con esta operación, Fragadis y Consum tienen como objetivo mejorar la experiencia de compra de sus clientes, manteniendo la esencia de sus respectivas marcas. Así, se busca garantizar la continuidad del negocio y brindar un servicio de calidad a los consumidores en todas las localidades donde operan. Con una estrategia dirigida a la integración de los nuevos empleados dentro de sus modelos cooperativos, ambas empresas buscan fortalecer su posición en el mercado y mantener su compromiso con sus trabajadores.
La venta de una gran parte de los supermercados de la cadena de Miguel Ángel Alcaraz a Fragadis y Consum marca un cambio importante en el panorama de la distribución en la región. Si bien esta operación significará una expansión significativa para estas dos empresas, también plantea interrogantes sobre el impacto en la competencia y en las condiciones laborales de los empleados de los supermercados adquiridos.
Si bien es positivo que Fragadis y Consum busquen mejorar la experiencia de compra de sus clientes y mantengan su compromiso con sus trabajadores, es importante que se garantice la transparencia en la operación y que se protejan los derechos laborales de los empleados afectados. Además, es fundamental que la CNMC vigile de cerca esta transacción para asegurar que no se genere una concentración excesiva en el mercado y se respeten las normas de competencia. En definitiva, esta venta plantea retos importantes para el sector de la distribución en la zona y será fundamental seguir de cerca su evolución en los próximos meses.
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