El Banco Santander ha dado un nuevo paso en su compromiso con las energías renovables al lanzar un fondo de capital riesgo destinado a la inversión en este sector en España y Portugal. Con una meta de captar hasta 100 millones de euros, el vehículo se enfocará en empresas que desarrollen su actividad en la generación de electricidad mediante tecnologías renovables como la solar fotovoltaica y la eólica, así como en sistemas de almacenamiento o baterías asociados a los mismos.
Este nuevo fondo, que tendrá una duración inicial de ocho años, podrá prorrogarse por dos años más si así lo decide la gestora. Además, contará con Caceis Bank Spain como banco depositario y PwC como auditor. La inversión se enfocará principalmente en empresas que no cotizan en bolsa y que se dedican a la generación de electricidad renovable o sistemas de almacenamiento, con la posibilidad de disponer de liquidez para inversiones futuras o a corto plazo.
Es importante destacar que solo podrán contratar este fondo los inversores profesionales que desembolsen un mínimo de 100.000 euros. Las comisiones de gestión oscilan entre el 1,25% y el 2%, dependiendo de la clase, además de una comisión de éxito que se determinará en función de la inversión realizada. Este es el quinto vehículo que lanza la gestora de activos alternativos del Santander en los últimos dos años, demostrando su compromiso con las energías renovables y su enfoque en la transición energética hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
El lanzamiento de este nuevo fondo de capital riesgo por parte del Banco Santander para la inversión en energías renovables en España y Portugal es sin duda una noticia positiva y alentadora en el contexto actual de la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, es importante analizar la accesibilidad de este tipo de inversiones solo para inversores profesionales que dispongan de un mínimo de 100.000 euros, lo que limita la participación de pequeños inversores interesados en contribuir al desarrollo de energías limpias.
Además, es necesario evaluar las comisiones asociadas a este fondo, que podrían resultar altas y reducir el rendimiento de la inversión. A pesar de las buenas intenciones detrás de esta iniciativa, es esencial que se garantice la transparencia y la rentabilidad para los inversores, así como un impacto real y positivo en la transición hacia un modelo energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. En este sentido, será fundamental seguir de cerca la evolución y los resultados de este fondo en los próximos años.
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