Erling Haaland, el ciclón noruego que azota las defensas rivales, ha comenzado la temporada 2025-2026 con una voracidad goleadora que desafía los límites de lo imaginable. Con 23 goles y 3 asistencias en sus primeros doce partidos entre el Manchester City y la selección noruega, el delantero ha superado con creces sus registros iniciales en Salzburgo, Dortmund e incluso en sus anteriores campañas con los ‘Citizens’. La pregunta que resuena en el mundo del fútbol es: ¿Estamos ante el inicio de una temporada que redefinirá los estándares goleadores?
El último fin de semana, el Everton fue la víctima más reciente de la implacable pegada de Haaland, quien anotó un doblete que eleva su cuenta personal a cifras estratosféricas. De los 13 partidos disputados, solo en uno Haaland no logró perforar la red rival: la derrota del City ante el Tottenham. Desde entonces, el noruego ha enlazado seis jornadas consecutivas marcando, una racha que lo coloca en la mira de un récord que aún se resiste a caer en sus manos: el de Jamie Vardy, quien ostenta la marca de 11 partidos seguidos marcando en la Premier League durante la mágica temporada 2015-16 del Leicester.
Pero la ambición de Haaland no se detiene ahí. En el horizonte, vislumbra un desafío aún mayor: el récord absoluto de partidos consecutivos marcando, establecido por Lionel Messi en la campaña 2012-13, con la asombrosa cifra de 21 encuentros. Haaland, con 11 partidos consecutivos viendo puerta, necesita marcar en los próximos diez para igualar la marca del astro argentino. Una empresa titánica, sí, pero no imposible para un depredador del área de su calibre.
El impacto de Haaland trasciende las fronteras del club. En el reciente parón de selecciones, el "Vikingo" superó la barrera de los 50 goles con Noruega en tan solo 46 partidos. Una hazaña que contrasta con los 114 partidos que necesitó Cristiano Ronaldo, el máximo goleador histórico de selecciones, para alcanzar la misma cifra con Portugal. La comparación es inevitable, y subraya la precocidad y el instinto asesino de Haaland frente a la portería rival. La afición malagueña, ávida de espectáculo y goles, observa con expectación el devenir de esta temporada histórica. ¿Seremos testigos de cómo Haaland reescribe los libros de récords del fútbol mundial? El tiempo, y los goles, lo dirán.
«. Requisitos: 1. La entradilla debe ser muy breve: no más de 2 o 3 líneas o 30 palabras. 2. Resume de forma clara y directa el aspecto más relevante o llamativo del contenido. 3. Asegúrate de captar el interés del lector sin revelar toda la información. 4. Utiliza un tono periodístico profesional y evita cualquier subjetividad, opiniones o sensacionalismo. 5. No copies ninguna frase del contenido original, la redacción debe ser completamente única. Ejemplo: Si el tema trata sobre el récord turístico en verano: Marbella bate récords de turistas este verano con cifras que superan las expectativas del sector.Erling Haaland, el ciclón noruego que azota las defensas rivales, ha comenzado la temporada 2025-2026 con una voracidad goleadora que desafía los límites de lo imaginable. Con 23 goles y 3 asistencias en sus primeros doce partidos entre el Manchester City y la selección noruega, el delantero ha superado con creces sus registros iniciales en Salzburgo, Dortmund e incluso en sus anteriores campañas con los ‘Citizens’. La pregunta que resuena en el mundo del fútbol es: ¿Estamos ante el inicio de una temporada que redefinirá los estándares goleadores?
El último fin de semana, el Everton fue la víctima más reciente de la implacable pegada de Haaland, quien anotó un doblete que eleva su cuenta personal a cifras estratosféricas. De los 13 partidos disputados, solo en uno Haaland no logró perforar la red rival: la derrota del City ante el Tottenham. Desde entonces, el noruego ha enlazado seis jornadas consecutivas marcando, una racha que lo coloca en la mira de un récord que aún se resiste a caer en sus manos: el de Jamie Vardy, quien ostenta la marca de 11 partidos seguidos marcando en la Premier League durante la mágica temporada 2015-16 del Leicester.
Pero la ambición de Haaland no se detiene ahí. En el horizonte, vislumbra un desafío aún mayor: el récord absoluto de partidos consecutivos marcando, establecido por Lionel Messi en la campaña 2012-13, con la asombrosa cifra de 21 encuentros. Haaland, con 11 partidos consecutivos viendo puerta, necesita marcar en los próximos diez para igualar la marca del astro argentino. Una empresa titánica, sí, pero no imposible para un depredador del área de su calibre.
El impacto de Haaland trasciende las fronteras del club. En el reciente parón de selecciones, el "Vikingo" superó la barrera de los 50 goles con Noruega en tan solo 46 partidos. Una hazaña que contrasta con los 114 partidos que necesitó Cristiano Ronaldo, el máximo goleador histórico de selecciones, para alcanzar la misma cifra con Portugal. La comparación es inevitable, y subraya la precocidad y el instinto asesino de Haaland frente a la portería rival. La afición malagueña, ávida de espectáculo y goles, observa con expectación el devenir de esta temporada histórica. ¿Seremos testigos de cómo Haaland reescribe los libros de récords del fútbol mundial? El tiempo, y los goles, lo dirán.
La narrativa épica que rodea a Erling Haaland y su incansable búsqueda de récords goleadores empieza a sentirse, paradójicamente, repetitiva. Si bien es innegable su talento superlativo y la capacidad para destrozar registros, esta constante comparación con Messi o Cristiano Ronaldo, alimentada por los medios, corre el riesgo de banalizar la esencia del juego colectivo. Se corre el peligro de reducir el fútbol a una estadística individual, eclipsando la importancia del equipo y el contexto que permite, precisamente, que Haaland despliegue su potencial. ¿No deberíamos, en lugar de alimentar esta vorágine comparativa, centrarnos en apreciar el presente y disfrutar de su innegable calidad sin necesidad de convertirlo en un mesías goleador?
Más allá del indudable espectáculo que ofrece, la figura de Haaland también nos invita a reflexionar sobre el modelo de fútbol actual. Un deporte cada vez más físico, donde la potencia y la velocidad parecen primar sobre la técnica depurada y la visión estratégica. La Premier League, convertida en un escaparate global de musculo y millones, se beneficia enormemente del impacto mediático de un jugador como Haaland. Pero, ¿estamos realmente ante la evolución del fútbol, o ante una simplificación táctica que prioriza el remate a puerta por encima de la construcción elaborada de juego? Quizá, la verdadera revolución no esté en batir récords goleadores, sino en recuperar la belleza del fútbol asociativo y la inteligencia táctica que, a menudo, quedan diluidas en la apisonadora física que representa el fútbol moderno.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.
