El Servicio Andaluz de Salud se prepara para afrontar el verano con un ambicioso plan de contratación de más de 10.000 profesionales al mes. Esta medida tiene como objetivo cubrir las vacaciones de los sanitarios y garantizar una atención primaria adecuada durante los meses estivales. Con la incidencia directa de la covid-19 superada, no se prevén fluctuaciones significativas en la demanda de servicios sanitarios en comparación con el año anterior.
El plan de contratación comenzará en junio, con contratos de un mes de duración, y se extenderá hasta octubre, cubriendo así los meses más críticos en términos de demanda de atención médica. Las ofertas masivas se realizarán con fecha de inicio el 1 de julio y como máximo hasta el 30 de septiembre, asegurando así la cobertura necesaria en los servicios de salud de la región.
La consejera de Salud, Catalina García, ha destacado la importancia de contar con los recursos humanos necesarios para garantizar una atención sanitaria de calidad, especialmente en áreas alejadas de los núcleos urbanos. Es consciente de las dificultades para encontrar profesionales disponibles durante el verano, pero asegura que se pondrán en marcha todas las medidas necesarias para cubrir las necesidades asistenciales de la población.
En este sentido, se contempla la posibilidad de realizar contrataciones puntuales en caso de situaciones «sobrevenidas» que requieran un aumento inesperado en la demanda de servicios sanitarios. Se busca garantizar la disponibilidad de quirófanos y camas, partiendo de una base de recursos ya sobredimensionada, pero con la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades cambiantes de la población.
El ambicioso plan de contratación del Servicio Andaluz de Salud para este verano, con más de 10.000 profesionales al mes, refleja la necesidad de garantizar una atención primaria adecuada durante los meses estivales. Sin embargo, resulta preocupante que se tenga que recurrir a contratos de tan corta duración, lo que plantea interrogantes sobre la estabilidad laboral de estos profesionales y la continuidad en la atención a los pacientes.
Aunque la preparación del sistema de salud para afrontar posibles aumentos en la demanda de servicios sanitarios demuestra previsión, resulta esencial replantearse la necesidad de recurrir a este tipo de contrataciones temporales año tras año. Es fundamental trabajar en políticas que fomenten la estabilidad laboral del personal sanitario, así como en la mejora de las condiciones de trabajo en el sector, para garantizar una atención de calidad a la población de forma sostenible en el tiempo.
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