El ambicioso Plan General de Ordenación Municipal de Marbella promete traer consigo una transformación significativa en la estructura urbanística de la ciudad. Con la posibilidad de que los suelos rústicos alberguen proyectos estratégicos como hoteles, universidades y equipamientos sociales, Marbella se posiciona como un destino turístico de primer nivel que busca expandir su oferta y atraer inversiones de gran envergadura.
La alcaldesa, Ángeles Muñoz, destaca la importancia de simplificar y flexibilizar los usos del suelo para facilitar el desarrollo de estos proyectos. Con la incorporación de un uno por ciento más de suelo urbano, Marbella se prepara para sumar unos impresionantes 54 millones de metros cuadrados de oportunidades de desarrollo. Este aumento en la disponibilidad de suelo urbano permitirá la expansión y diversificación de la oferta turística de la ciudad, lo que seguramente tendrá un impacto positivo en la economía local.
La aprobación definitiva del PGOM, programada para la segunda mitad de 2025, marcará un hito en la historia urbanística de Marbella. Con una planificación que busca desbloquear proyectos turísticos de gran escala, la ciudad se prepara para atraer la atención de inversionistas y promotores inmobiliarios que buscan aprovechar el potencial de esta joya de la Costa del Sol. Sin duda, Marbella se encamina hacia un futuro vibrante y lleno de oportunidades para el crecimiento y la modernización de su infraestructura.
El ambicioso Plan General de Ordenación Municipal de Marbella, que promete una importante transformación en la estructura urbanística de la ciudad, plantea interrogantes sobre el equilibrio entre el crecimiento urbanístico y la sostenibilidad ambiental. Si bien es cierto que la expansión de la oferta turística puede tener beneficios económicos a corto plazo, es crucial garantizar que las nuevas construcciones no comprometan el entorno natural y cultural de Marbella. Es necesario que las autoridades locales garanticen una gestión responsable de los recursos naturales y una planificación urbanística que respete la identidad y el patrimonio de la ciudad.
La aprobación del PGOM, con su enfoque en simplificar y flexibilizar los usos del suelo, plantea la necesidad de un debate ciudadano abierto y transparente sobre el modelo de desarrollo urbano que se persigue. Los ciudadanos de Marbella deben ser partícipes activos en la definición del futuro de su ciudad, asegurándose de que las decisiones tomadas beneficien a la comunidad en su conjunto y no solo a unos pocos sectores. Es fundamental que se establezcan mecanismos de control y seguimiento que garanticen la sostenibilidad y la equidad en el proceso de urbanización de Marbella.
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