La Real Federación Española de Fútbol se encuentra en el ojo del huracán una vez más, esta vez por un incidente vergonzoso durante las pruebas para obtener la licencia de representantes FIFA. Con casi 300 candidatos listos para realizar el examen en la Ciudad del Fútbol de las Rozas, el inicio se vio repentinamente retrasado debido a problemas con la conexión wifi en las instalaciones. Este contratiempo causó una espera de más de dos horas, lo que finalmente llevó a la suspensión definitiva de la prueba.
Los aspirantes, que habían pagado 420 euros para participar en el examen, se vieron frustrados y desencantados con la falta de comunicación y claridad por parte de la RFEF. Se les prometió que se les proporcionaría información sobre la nueva fecha del examen y cómo reclamar los gastos de desplazamiento, pero las explicaciones fueron escasas y poco convincentes. La incertidumbre rodea ahora la reprogramación de la prueba, que está sujeta al visto bueno de la FIFA.
El escándalo ha trascendido rápidamente a las redes sociales, donde figuras prominentes del mundo del fútbol como Miguel Galán, presidente del CENAFE, han expresado su consternación por el incidente. Además, la situación se complica con la inminente decisión del Gobierno de suspender al presidente de la RFEF, Pedro Rocha, un día antes de la final de la Champions femenina en Bilbao. Todo esto en medio del anuncio de la creación de un comité de coordinación entre la RFEF, LaLiga y la Liga F, que busca restablecer la paz en el fútbol español tras una era turbulenta bajo el mandato de Rubiales.
La Real Federación Española de Fútbol vuelve a ser noticia por motivos negativos, esta vez debido a un incidente vergonzoso durante las pruebas para obtener la licencia de representantes FIFA. El retraso de más de dos horas debido a problemas técnicos con la conexión wifi en las instalaciones de las Rozas ha generado un malestar generalizado entre los casi 300 candidatos que habían pagado una cantidad considerable para participar en el examen. La falta de comunicación y claridad por parte de la RFEF a la hora de informar sobre la reprogramación de la prueba y cómo reclamar los gastos de desplazamiento ha empañado aún más la situación, generando desconfianza y frustración en los aspirantes.
La crisis en la que se ve envuelta la RFEF se agrava con la posibilidad de la suspensión del presidente Pedro Rocha, justo antes de la final de la Champions femenina en Bilbao. Este escándalo ha despertado críticas y consternación en redes sociales, cuestionando la capacidad de la federación para gestionar de manera eficiente y transparente este tipo de situaciones. La creación de un comité de coordinación entre la RFEF, LaLiga y la Liga F se presenta como un intento por parte de las entidades del fútbol español de restablecer la paz y mejorar la imagen del deporte tras una etapa tumultuosa bajo el liderazgo de Rubiales.
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