El Grupo Municipal Vox en el Ayuntamiento de Málaga ha generado controversia al solicitar la comparecencia de la concejala Carmen Casero para que aclare la posible apertura de un centro de Inmigración en la urbanización El Olivar, en Churriana. Según el portavoz Antonio Alcázar, la oposición de Vox es total y rotunda, ya que consideran que la falta de transparencia en torno a este proyecto es alarmante.
Los vecinos de la zona, que ya suman más de 750 personas, se han unido para expresar su descontento ante esta iniciativa. Han presentado denuncias y escritos tanto a la Gerencia de Urbanismo como al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, en busca de respuestas concretas sobre el funcionamiento y los detalles del centro de Inmigración. La inquietud en la comunidad es palpable, especialmente ante la falta de información acerca de la gestión y el impacto que este centro podría tener en su entorno residencial.
El edificio destinado a albergar este centro solía ser un retiro espiritual de la Congregación de La Asunción, y ya muestra signos de renovación para adaptarse a sus nuevas funciones. Con literas en las habitaciones y una capacidad máxima de 200 plazas, la estructura del centro genera incertidumbre entre los habitantes de El Olivar. La preocupación radica no solo en la falta de comunicación sobre el proyecto, sino también en las posibles implicaciones que podría tener en la dinámica y seguridad de una comunidad que ha sido residencial durante más de cuatro décadas.
La petición de comparecencia por parte del Grupo Municipal Vox en el Ayuntamiento de Málaga en torno a la posible apertura de un centro de Inmigración en la urbanización El Olivar, en Churriana, ha generado una fuerte controversia en la zona. La falta de transparencia en torno a este proyecto ha generado inquietud y malestar entre los vecinos, quienes han expresado su descontento y presentado denuncias en busca de respuestas concretas. La actitud de oposición total y rotunda de Vox ante esta iniciativa refleja la preocupación de la comunidad ante la falta de información y claridad sobre las implicaciones que podría tener en su entorno residencial.
La adaptación de un edificio que antes servía como retiro espiritual para albergar un centro de Inmigración con capacidad para 200 plazas ha despertado dudas y temores en los habitantes de El Olivar. La incertidumbre sobre la gestión y el impacto que pueda tener este centro en la dinámica y seguridad de una comunidad que históricamente ha sido residencial es evidente. Es fundamental que las autoridades y responsables del proyecto brinden información detallada y transparente a los vecinos, a fin de disipar sus preocupaciones y garantizar una convivencia pacífica y armoniosa en la zona.
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