La familia Gallés: exitosos empresarios con un pan bajo el brazo

Manel Gallés, un hombre de origen humilde, se vio obligado a abandonar su sueño de ser arquitecto para ayudar a su padre en la panadería familiar. A pesar de su resistencia inicial, Pere Gallés encontró en la panadería una pasión que lo llevaría a convertirse en un maestro del arte del pan. Con el paso de los años, Pere perfeccionó sus recetas y técnicas, convirtiendo la panadería en un referente en Castellterçol y sus alrededores.

La dedicación y el esfuerzo de Pere Gallés se reflejaban en cada pan que salía de su horno. Sus creaciones, elaboradas con ingredientes de alta calidad y siguiendo métodos tradicionales, conquistaron el paladar de los habitantes del pueblo y de los visitantes que se acercaban a probar sus deliciosas especialidades. Pere se convirtió en un maestro del pan, respetado y admirado por todos en la comunidad.

A pesar de las dificultades que enfrentó en sus inicios, Pere Gallés logró construir un legado que perduraría a lo largo de las generaciones. La panadería familiar se convirtió en un símbolo de la tradición y la excelencia, transmitiendo a sus clientes el amor y el compromiso que Pere sentía por su oficio. Su historia es un ejemplo de superación y pasión por aquello que se hace con dedicación y corazón.