Los representantes de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla han reafirmado su compromiso de no caer en la trampa de la división y la confrontación ante la crisis humanitaria de la inmigración. En la Cumbre Multilateral organizada por El Día, han dejado claro que la solución no pasa por un simple reparto de menores, sino por garantizar los recursos necesarios para tratar a los seres humanos con dignidad.
La presidenta de Baleares, Marga Prohens, ha destacado que es fundamental abordar el problema de la inmigración desde una perspectiva integral, que contemple no solo la acogida de menores, sino también la necesidad de una reforma estructural del sistema de acogida. Por su parte, Manuel Domínguez, vicepresidente del Gobierno canario, ha denunciado la utilización política de la inmigración por parte del presidente Sánchez, señalando que no logrará dividir a las comunidades autónomas.
En esta misma línea, Alberto Gaitán, consejero de Ceuta, ha insistido en la importancia de que el Gobierno de España asuma su responsabilidad y declare la emergencia migratoria, ya que todas las regiones se encuentran desbordadas ante el flujo constante de personas que llegan en busca de una vida mejor. Miguel Marín, vicepresidente de Melilla, ha subrayado la necesidad de un seguimiento riguroso de los acuerdos con otros países para garantizar que se cumplan las medidas acordadas.
En un gesto de unión y solidaridad, Baleares, Ceuta y Melilla se han sumado a la propuesta de Canarias de estudiar la posibilidad de crear centros de acogida en los países de origen, tutelados por cada autonomía. Esta medida, alejada de la externalización de inmigrantes a terceros países, busca abordar de manera integral la problemática migratoria, garantizando un trato digno y humano para todas las personas que buscan una vida mejor.
La postura de los representantes de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla en la Cumbre Multilateral organizada por El Día es digna de reconocimiento y aplauso. En un momento en el que la crisis humanitaria de la inmigración ha generado división y confrontación en la sociedad, es alentador ver a las autoridades locales unirse en un compromiso firme de tratar a los seres humanos con dignidad y buscar soluciones integrales a la problemática migratoria.
Es crucial que el Gobierno de España escuche las demandas de estas regiones y asuma su responsabilidad en la declaración de la emergencia migratoria. La propuesta de crear centros de acogida en los países de origen, tutelados por las comunidades autónomas, muestra una verdadera voluntad de abordar el problema desde la raíz y garantizar un trato digno para todas las personas. Esperemos que estas iniciativas sean implementadas con celeridad y que se pongan fin a las disputas políticas que solo obstaculizan la solución de esta crisis humanitaria.
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