El sector del autoconsumo eléctrico en España ha experimentado un marcado descenso en el despliegue de nuevas instalaciones de paneles solares en hogares durante este año. Tras un boom histórico en 2022, donde se alcanzó un récord de casi 2.650 nuevos megavatios, el crecimiento se ha ido moderando a lo largo de 2023, situándose en torno a los 1.900 MW. Este cambio de tendencia se debe, en parte, a la normalización de los precios de la electricidad y a los retrasos en el reparto de las ayudas.
Según las estimaciones de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), se espera que la instalación de nueva potencia de autoconsumo ronde los 1.200 MW en el conjunto de este año, lo que representaría un descenso del 40% en comparación con el ejercicio anterior. Este freno en el sector se atribuye principalmente al fin de la crisis de precios en el mercado eléctrico, así como a los problemas en la distribución efectiva de las ayudas europeas en algunas comunidades autónomas.
El Gobierno ha destinado 1.552 millones de euros de fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) a subvenciones directas para fomentar el autoconsumo en viviendas y empresas. Sin embargo, la efectividad en el reparto de estos fondos ha sido desigual entre las comunidades autónomas, con regiones como el País Vasco resolviendo un alto porcentaje de solicitudes, mientras que en Extremadura el proceso avanza más lentamente.
A pesar de este panorama de desaceleración en el sector del autoconsumo eléctrico, sigue existiendo un interés creciente por parte de los consumidores en generar su propia energía renovable. Con la necesidad urgente de combatir el cambio climático y reducir la dependencia de los combustibles fósiles, es fundamental que se implementen medidas para impulsar el desarrollo sostenible y la transición hacia un sistema energético más limpio y eficiente.
El descenso en el despliegue de nuevas instalaciones de paneles solares en hogares en España durante este año es una señal preocupante para el sector del autoconsumo eléctrico. A pesar del crecimiento exponencial registrado en años anteriores, la normalización de los precios de la electricidad y los retrasos en el reparto de las ayudas han provocado una desaceleración en la adopción de energía renovable.
Es fundamental que el Gobierno y las comunidades autónomas agilicen y mejoren los procesos de distribución de fondos y subvenciones para fomentar el autoconsumo. La transición hacia un sistema energético más sostenible es una necesidad imperante en la lucha contra el cambio climático, y es crucial que se implementen medidas efectivas para incentivar a los ciudadanos a optar por energías limpias y renovables. La apuesta por el autoconsumo eléctrico debe ser una prioridad en la agenda política y energética de nuestro país.
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