Según el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces, el panorama político en Andalucía se mantiene estable dos años después de la entrada en funciones del segundo gobierno del Partido Popular en la región. A pesar de la situación política en España y los recientes acontecimientos judiciales relacionados con los expresidentes del Gobierno andaluz por el caso de los ERE, las encuestas reflejan una mínima variación en la intención de voto de los andaluces.
El Partido Popular liderado por Juan Manuel Moreno continúa siendo la fuerza política más votada en la región, con una estimación de entre 57 y 59 diputados en el Parlamento de Andalucía. Mientras tanto, el Partido Socialista se mantendría con una horquilla de 30 a 31 escaños, situándose como la segunda fuerza más importante en la comunidad. Por su parte, Vox experimentaría una ligera caída en su representación parlamentaria, perdiendo entre uno y dos diputados.
En cuanto a las izquierdas, destaca el aumento de la coalición Por Andalucía, que podría obtener entre 7 y 8 escaños, frente a los 5 que ostenta actualmente. Sin embargo, Adelante Andalucía podría ver reducida su presencia en el parlamento, al perder casi un punto en intención de voto. Además, el barómetro incluye por primera vez a Se Acabó la Fiesta (SALF), el partido de ultraderecha de Alvise Pérez, que alcanzaría un 2,4% de los sufragios en la región.
Estos resultados reflejan la complejidad del panorama político andaluz, donde la estabilidad coexiste con pequeñas variaciones en la representación de las diferentes fuerzas políticas. A medida que se acerquen las próximas elecciones, será interesante observar cómo evoluciona la intención de voto de los andaluces y qué impacto tendrán los acontecimientos recientes en el escenario político regional.
El último barómetro del Centro de Estudios Andaluces muestra un panorama político en la región que parece haberse estabilizado dos años después de la entrada en funciones del segundo gobierno del Partido Popular. A pesar de los escándalos de corrupción que han salpicado a expresidentes del Gobierno andaluz por el caso de los ERE, las encuestas reflejan una mínima variación en la intención de voto de los andaluces. Esta aparente estabilidad puede interpretarse como un signo de la polarización política que se ha instalado en la región, con un PP sólido en el poder y una oposición fragmentada que lucha por captar el descontento de la ciudadanía.
La consolidación del PP como fuerza política dominante en Andalucía, acompañada de la caída en la representación de Vox y las pequeñas variaciones en la izquierda, plantea interrogantes sobre la evolución futura del panorama político regional. La irrupción de nuevos actores como SALF de Alvise Pérez añade un elemento de incertidumbre a la ecuación, demostrando la complejidad de un escenario en el que se combinan factores locales, nacionales y hasta internacionales. En definitiva, este barómetro revela la complejidad y la diversidad de la política andaluza, y deja entrever un futuro electoral marcado por la incertidumbre y la competitividad entre las diferentes fuerzas políticas.
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