Un valenciano de 53 años, identificado como Santiago V. A., ha sido condenado a cuatro años de prisión por llevar a cabo una sofisticada red de estafas a través de compras por internet. Durante cuatro años, este individuo realizó miles de transacciones fraudulentas utilizando más de 1.400 tarjetas bancarias y 1.200 perfiles distintos, incluyendo cerca de 396 tarjetas telefónicas prepago a nombre de 296 identidades reales que suplantó. Este modus operandi le permitió estafar cerca de un millón y medio de euros, adquiriendo desde móviles de alta gama hasta productos básicos como alimentos y artículos de higiene.
La Audiencia Provincial de Valencia ha dictado esta sentencia tras un juicio en el que tanto Santiago V. A. como su cómplice, Armando B. B., reconocieron los hechos y llegaron a un acuerdo de conformidad. A pesar de acumular otras ocho condenas por delitos similares desde 2016, Santiago V. A. solo cumplirá cuatro años de prisión por delitos como falsedad en documento mercantil, uso de documento de identidad auténtico sin autorización, descubrimiento de secretos y estafa. La Fiscalía originalmente solicitaba ocho años de cárcel, sin embargo, debido al acuerdo alcanzado entre las partes se redujo a la mitad.
La sentencia detalla un total de 1.050 hechos delictivos entre 2017 y 2020, donde se incluyen compras de productos de electrónica y ropa de marca, apuestas deportivas y contratación de créditos. Se han esclarecido 309 denuncias de afectados por un importe que supera los 550.000 euros, sumado a reclamaciones bancarias, créditos de financieras y compras en plataformas como Apple y Amazon que alcanzan los 742.468 euros. La justicia ha considerado a Santiago V. A. como el “catedrático de las estafas por internet”, dada su trayectoria delictiva y la complejidad de su operación fraudulenta.
La condena de cuatro años impuesta a Santiago V. A. por llevar a cabo una red de estafas a través de compras por internet es un claro ejemplo de la necesidad de una legislación más severa y de una mayor protección para los consumidores en el ámbito digital. El hecho de que este individuo haya utilizado más de 1.400 tarjetas bancarias y 1.200 perfiles distintos para estafar cerca de un millón y medio de euros resulta verdaderamente preocupante. Además, el hecho de que acumule otras ocho condenas por delitos similares desde 2016 plantea interrogantes sobre la eficacia de las penas impuestas en casos previos.
Resulta alarmante que a pesar de la gravedad de los hechos y del impacto económico y emocional en las víctimas, Santiago V. A. solo cumpla cuatro años de prisión gracias a un acuerdo de conformidad. La sentencia detalla una cantidad alarmante de hechos delictivos y un importante perjuicio económico para los afectados. Es fundamental que se implementen medidas más estrictas y que se fomente la educación y concienciación sobre seguridad en el comercio electrónico para evitar este tipo de situaciones en el futuro.
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