El segundo día del juicio por la muerte de Manuela Chavero en la Audiencia Provincial de Badajoz reveló un giro inesperado cuando dos miembros de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil describieron una confesión espontánea por parte del único acusado, Eugenio D. Durante la reconstrucción de los hechos en la finca donde se encontró el cadáver de la víctima, Eugenio sorprendió a todos al afirmar que si se encontraba semen en los restos de Manuela, era suyo, ya que había mantenido relaciones sexuales consentidas con ella la noche de su tragedia.
Esta inesperada declaración dejó atónitos a los investigadores que estaban inspeccionando la caseta de la parcela, donde Eugenio afirmó haber dejado el cadáver por la noche de la muerte de Manuela antes de trasladarlo a su lugar final en la zorrera. La presencia de posibles rastros biológicos detuvo momentáneamente la inspección, y fue entonces cuando Eugenio, visiblemente nervioso, decidió confesar un detalle que había negado hasta ese momento. Sus palabras dejaron perplejos a todos los presentes, ya que contradecían su versión anterior de los hechos.
La defensa de Eugenio intentó cuestionar la veracidad de esta confesión espontánea, preguntando si existían pruebas objetivas que respaldaran esta nueva declaración. Sin embargo, los agentes de la UCO fueron claros en su respuesta, afirmando que no existía ningún elemento que corroborara la versión de Eugenio más allá de su propia confesión. Esta revelación añadió una capa adicional de misterio a un caso que ya de por sí había desconcertado a las autoridades y al público en general.
El giro inesperado en el segundo día del juicio por la muerte de Manuela Chavero en la Audiencia Provincial de Badajoz ha generado un gran impacto en el desarrollo de este caso. La confesión espontánea de Eugenio D. sobre su relación sexual con la víctima ha sorprendido a todos los presentes, dejando abiertas muchas interrogantes sobre la veracidad de sus declaraciones anteriores. Este nuevo detalle ha añadido un nivel de complejidad adicional a la investigación y ha generado dudas sobre la credibilidad del acusado.
La falta de pruebas objetivas que respalden la confesión de Eugenio ha generado aún más incertidumbre en torno a este caso. La estrategia de la defensa de cuestionar la veracidad de la declaración del acusado se ha visto debilitada por la respuesta contundente de los agentes de la UCO, quienes han confirmado que no hay evidencia física que respalde esta nueva versión de los hechos. Esta situación plantea un escenario complejo para la resolución del caso y deja en evidencia la necesidad de seguir investigando a fondo para esclarecer lo sucedido en torno a la muerte de Manuela Chavero.
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