Juicio en Zaragoza por un caso de agresión sexual y malos tratos
La Audiencia Provincial de Zaragoza ha sido el escenario de un juicio que ha dejado a la comunidad conmocionada, al juzgar a un vecino de Benidorm, conocido como Toly, por presuntamente haber llevado a cabo múltiples agresiones sexuales contra la pareja de un amigo. Los hechos, que según la denunciante ocurrieron entre junio y agosto de 2021 en La Almunia de Doña Godina, han destapado una historia de terror y manipulación que ha dejado huellas profundas en la víctima.
Durante la sesión, el tribunal escuchó las escalofriantes declaraciones de la víctima, quien detalló momentos de desesperación y miedo continuos. La mujer, en su relato, describió cómo Toly la sometía a una serie de agresiones, afirmando que en al menos diez ocasiones se vio forzada a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad. «Estaba muerta de miedo. Solo pensaba en la seguridad de mi hija, lo que me llevó a permanecer en esa situación que me destrozaba por dentro», fueron sus palabras, que resonaron con un peso devastador en la sala.
En contraposición, el acusado intentó defenderse argumentando que la relación había sido inicialmente consensuada y que su pareja llegaba a casa en un estado de embriaguez que había desvirtuado su voluntad. Sin embargo, la denunciante negó esta versión, sosteniendo que las relaciones empezaron siendo consentidas, pero que rápidamente se convirtieron en un ciclo de violencia y coerción. «Él me dijo que si pedía ayuda al 061 me pegaría una paliza», recordó, enfatizando el control psicológico que Toly ejercía sobre ella.
Además de las denuncias por agresión sexual, el ministerio fiscal ha presentado cargos por dos años de prisión adicionales por malos tratos en el ámbito familiar, destacando la naturaleza continua de la violencia. La víctima reveló cómo el miedo a represalias contra su hija la mantenía atrapada en una pesadilla diaria, una situación que se agravó con las amenazas proferidas por el acusado. “Estaba tan debilitada que al final me dejaba hacer”, confesó en un tono marcado por la angustia y la impotencia.
El contexto de amistad entre el acusado y el marido de la víctima, relacionado con el tráfico de drogas, añade una capa de complejidad a este trágico relato. Toly afirmó haber conocido a la mujer desde hacía más de una década, insistiendo en que fue ella quien le propuso trasladarse a Aragón para trabajar. No obstante, la mujer señala que fue el acusado quien la convenció, llevándola a un entorno donde sus peores temores se convirtieron en una dolorosa realidad.
Tanto la fiscalía como la defensa se preparan para presentar sus conclusiones en un caso que pone de manifiesto las sutiles y peligrosas dinámicas del abuso y la manipulación. La espera de un veredicto se torna intensa no solo para el acusado, sino para una comunidad atrapada entre el horror de lo que ha sido revelado y la esperanza de que se haga justicia.