Cerca de doscientas familias que viven en las urbanizaciones El Limonar, Mirador del Valle y Al Aire, en el municipio de Cártama, han manifestado su malestar por el constante ruido que proviene de la autovía A-357 que pasa a escasos metros de sus hogares. Desde hace más de diez años, estos residentes han tenido que soportar un nivel de ruido insoportable, especialmente con el aumento de tráfico debido a la apertura del Hospital del Guadalhorce y el Caminito del Rey.
Los vecinos argumentan que, a pesar de que sus viviendas se construyeron después de la autovía, pagando precios elevados por ellas, no se les proporcionó protección contra el ruido en su momento. A medida que el número de vehículos en la A-357 ha aumentado, el nivel de ruido ha alcanzado niveles por encima de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, lo que ha llevado a los residentes a tomar medidas.
A pesar de las promesas de la Consejería de Fomento de instalar pantallas antirruido en la autovía, los vecinos se sienten frustrados al descubrir que estas medidas solo se están llevando a cabo en el término municipal de Málaga y no en Cártama. Ante la falta de acción por parte de las autoridades, han iniciado una campaña mediática y una petición en línea para exigir su derecho a un entorno tranquilo y saludable para ellos y sus familias. La incertidumbre sobre cuándo se resolverá este problema ha aumentado la ansiedad entre los residentes, quienes solo desean vivir en paz en sus hogares.
La situación que enfrentan las familias que residen en las urbanizaciones El Limonar, Mirador del Valle y Al Aire en Cártama es angustiante y refleja la falta de consideración por parte de las autoridades hacia la calidad de vida de sus ciudadanos. El hecho de que llevan más de una década soportando niveles de ruido por encima de lo recomendado por la OMS es inaceptable, y es comprensible que se sientan frustrados ante la falta de acción por parte de la Consejería de Fomento. Es alarmante que se haya priorizado la instalación de pantallas antirruido en Málaga y no en Cártama, demostrando una clara negligencia hacia los residentes de esta zona.
Es necesario que las autoridades tomen medidas urgentes y eficaces para resolver este problema, que va más allá de la molestia del ruido y afecta la salud y el bienestar de las familias afectadas. La campaña mediática y la petición en línea son acciones válidas y necesarias para hacer oír su voz y exigir un entorno tranquilo y saludable en el que vivir. Esperemos que esta presión social logre que las autoridades actúen de una vez por todas y cumplan con su responsabilidad de garantizar el bienestar de todos los ciudadanos, sin importar su ubicación geográfica.
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