La construcción de la pasarela en la garganta del Tajo en Ronda es un proyecto que promete transformar la experiencia turística en la ciudad. Con la empresa malagueña Sando a cargo de las obras, se espera que esta nueva atracción sea tan exitosa como el famoso Caminito del Rey en los municipios vecinos.
La pasarela de madera, que se integrará en la pared sur del desfiladero a tres metros del fondo del cauce del río, permitirá a los visitantes recorrer un tramo de 500 metros desde la base del Puente Nuevo hasta la ermita de San Miguel. Esta extensión se suma a los 200 metros que ya están abiertos al público desde el pasado mes de abril, ofreciendo un panorama impresionante del entorno natural de la ciudad.
Con un plazo de ejecución de seis meses, se espera que la pasarela esté lista para la primavera del próximo año, atrayendo a turistas ávidos de nuevos paisajes y experiencias únicas. La apertura de esta nueva atracción no solo beneficiará a la economía local, sino que también contribuirá a la conservación y el disfrute responsable de este preciado patrimonio natural.
Además, el hecho de que el proyecto haya sido diseñado por el mismo estudio de arquitectos responsable del Caminito del Rey garantiza la calidad y la seguridad de la pasarela, ofreciendo a los visitantes una experiencia inolvidable en armonía con el entorno. Sin duda, la pasarela en la garganta del Tajo se convertirá en un punto de referencia para los amantes de la naturaleza y la aventura en la región.
La construcción de la pasarela en la garganta del Tajo en Ronda es sin duda un proyecto lleno de potencial para transformar la experiencia turística en la ciudad. Con la empresa Sando a cargo de las obras y la extensión prevista de 500 metros desde el Puente Nuevo hasta la ermita de San Miguel, se espera que esta nueva atracción sea tan exitosa como el famoso Caminito del Rey en los municipios vecinos. Sin embargo, es importante tener en cuenta la importancia de preservar el entorno natural y garantizar la sostenibilidad de este tipo de proyectos turísticos.
La apertura de esta nueva atracción no solo generará beneficios económicos para la ciudad, sino que también contribuirá a la conservación y el disfrute responsable de este patrimonio natural. Con un plazo de ejecución de seis meses y diseño de calidad, la pasarela promete ofrecer a los visitantes una experiencia única en armonía con el entorno. En un contexto donde la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son cada vez más importantes, es esencial que proyectos como este se desarrollen de manera consciente y respetuosa con la naturaleza.
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