El municipio de Mijas ha marcado un hito en su compromiso con el abastecimiento de agua potable al aprobar por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento una moción que pide al Gobierno central y a la Junta de Andalucía la construcción de una planta desaladora en la localidad. Esta medida se presenta como una solución esencial ante la agudización de la sequía, que ha pasado de ser un fenómeno cíclico a convertirse en una constante en la vida diaria de sus habitantes.
En un contexto donde el incremento poblacional está proyectado en los próximos años, el portavoz del grupo popular, Mario Bravo, ha subrayado la creciente necesidad de un suministro constantede agua que se ha visto comprometido por la disminución en las capacidades de almacenamiento. Bravo ha señalado que, si bien se han realizado ampliaciones en la ya saturada planta desaladora de Marbella, estos esfuerzos no son suficientes para satisfacer la creciente demanda de la comarca.
La problemática del agua en Mijas no es nueva. En 2008, la empresa pública Acuamed esbozó planes para la construcción de una desaladora en la costa, con el objetivo de asegurar un abastecimiento adecuado para los municipios vecinos como Fuengirola, Torremolinos y Marbella. Sin embargo, el proyecto quedó en el aire y aún no se ha materializado, a pesar de la urgencia que representa el cambio climático y las sequías prolongadas en la región. En este sentido, el Ayuntamiento ha decidido revivir esta inciativa histórica y ha propuesto que se actualice el informe de viabilidad elaborado en su día.
La nueva planta, de construirse, se levantaría sobre un vasto terreno de 43.000 metros cuadrados, estratégicamente ubicado a pocos metros del río Fuengirola, con una inicial capacidad de producción de 20 hectómetros cúbicos de agua al año. Este proyecto no solo representa una oportunidad para Mijas, sino que también puede convertirse en un pilar fundamental para la sostenibilidad hídrica de toda la Costa del Sol, que ya se encuentra en una delicada situación ante la escasez de recursos hídricos.
La moción aprobada destaca la voluntad del Ayuntamiento de Mijas de colaborar proactivamente con ambas administraciones para encontrar el terreno más adecuado para la nueva planta. Una colaboración que no solo busca modernizar las infraestructuras hídricas de la región, sino que también provoca un debate en torno al futuro de la gestión de recursos naturales en un contexto donde el agua se ha convertido en un recurso limitado.
A medida que el debate sobre el cambio climático se intensifica, la aprobación de esta moción puede ser vista como un ejemplo a seguir para otros municipios que enfrentan retos similares. Sin duda, Mijas se convierte en faro de esperanza, defendiendo el acceso al agua y asegurando que su hermosa localidad siga siendo un lugar habitable no solo para sus residentes actuales, sino también para las futuras generaciones.
La reciente aprobación unánime en el Pleno del Ayuntamiento de Mijas para la construcción de una planta desaladora es un paso significativo hacia la sostenibilidad hídrica que este municipio tanto necesita. En un momento en el que el cambio climático transforma la escasez de agua en un problema crónico, es imperativo que los gobiernos locales tomen decisiones audaces para garantizar el acceso a este recurso vital. No obstante, la ausencia de acción concreta durante tantos años, desde que se mencionara un proyecto similar en 2008, plantea interrogantes sobre el compromiso real de las administraciones con la planificación y ejecución de infraestructuras necesarias. La historia nos enseña que, aunque los planes pueden ser brillantes en teoría, la falta de voluntad y urgencia a menudo condena esos proyectos al limbo administrativo.
La importancia de esta iniciativa no reside únicamente en el abastecimiento local, sino que puede representar un modelo a seguir para otras localidades costeras en situación de crisis hídrica. La colaboración entre administraciones para encontrar el terreno adecuado es un signo positivo que debería extenderse a otros ámbitos de gestión de recursos naturales. Sin embargo, urge que este optimismo no se quede en palabras y se traduzca en acciones concretas que permitan a Mijas, y potencialmente a toda la Costa del Sol, adoptar un enfoque proactivo frente a la escasez de agua. El tiempo para debates teóricos ha pasado; ahora es momento de construir y garantizar un futuro sostenible. Solo así Mijas podrá convertirse en un verdadero faro de esperanza para su población y para las futuras generaciones que habitarán esta hermosa región.
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