La Asociación de Jóvenes Agricultores y Ganaderos (Asaja) de Málaga ha levantado la voz en protesta por las nuevas condiciones impuestas en la convocatoria de ayudas a agricultores y ganaderos por parte de la Diputación provincial. Según Asaja, estas limitaciones están excluyendo a una gran parte del tejido productivo de la provincia, afectando especialmente a los jóvenes agricultores recientemente instalados y a las explotaciones de pequeña dimensión.
En un comunicado oficial, la organización ha expresado su preocupación por el hecho de que las nuevas reglas dificulten el acceso a los cinco millones de euros destinados a estas ayudas, sumados a los 2,5 millones adicionales pendientes de incremento presupuestario. Además, critican la exigencia de que los beneficiarios demuestren que al menos el 50% de sus ingresos provienen de la agricultura, considerando que esta medida no refleja la realidad del sector en la provincia de Málaga.
La realidad de la agricultura y ganadería en Málaga se caracteriza por la presencia mayoritaria de pequeñas y medianas explotaciones que son fundamentales para mantener la actividad en los pueblos de la provincia. Por lo tanto, Asaja argumenta que limitar el acceso a estas ayudas a jóvenes agricultores y ganaderos que se han instalado en el último año resulta contraproducente, ya que en sus primeras etapas necesitan un mayor apoyo para consolidar sus negocios. Esta situación, según la asociación, va en contra de los supuestos beneficios de fomentar la incorporación de jóvenes al sector.
La postura de Asaja ante las nuevas condiciones impuestas por la Diputación provincial en las ayudas a agricultores y ganaderos de Málaga es comprensible y refleja una preocupación legítima por el futuro del sector en la provincia. Es evidente que estas limitaciones podrían tener un impacto negativo en la viabilidad de las explotaciones más pequeñas y en los jóvenes agricultores que han decidido emprender en este ámbito.
Resulta contradictorio que, en un momento en el que la incorporación de jóvenes al sector agrario se percibe como una necesidad para garantizar su continuidad, se impongan barreras que dificultan su acceso a ayudas imprescindibles para su desarrollo. Es fundamental que las autoridades competentes revisen estas condiciones y busquen alternativas que verdaderamente impulsen la actividad agrícola y ganadera en Málaga, en lugar de limitarla aún más.
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