Estepona se prepara para dar la bienvenida a un nuevo y ambicioso desarrollo inmobiliario: Unika Estepona, un proyecto de Aedas Homes que promete revolucionar el mercado de viviendas de alta gama en la región. Con una inversión que supera los 100 millones de euros, esta promoción estará compuesta por 150 viviendas distribuidas en dos fases, con inicios de construcción que se prevén para el próximo año. Ignacio Cañedo-Argüelles, gerente de Promociones de Aedas Homes en Costa del Sol, describe este proyecto como “uno de los más ambiciosos en la historia reciente de Estepona”, subrayando la singularidad y calidad de los inmuebles que se ofrecerán.
Ubicada en el sector de Buenas Noches y a escasos 500 metros de la Playa de La Galera, Unika Estepona está diseñada para integrarse armónicamente con el entorno natural que la rodea. Las viviendas estarán disponibles en configuraciones de 2 y 3 dormitorios, situadas en planta baja, primera y con impresionantes áticos que contarán con solárium. Los precios comenzarán a partir de los 550.000 euros, una inversión justificada por las calidades premium que caracterizarán cada rincón de estos hogares.
Una de las características más destacadas de este desarrollo es la creación de un edificio comunitario independiente, que actuará como el núcleo social de la promoción. Este espacio contará con una zona de coworking equipada con salas de reuniones, ideal para quienes buscan combinar la vida laboral y el disfrute de un entorno privilegiado. Además, la oferta se complementará con una zona wellness, que incluirá gimnasio, piscina climatizada, sauna y hammam, garantizando así que los residentes puedan disfrutar de un estilo de vida saludable y relajante.
El diseño arquitectónico de Unika Estepona no pasará desapercibido. Con exuberantes líneas curvas y vuelos dramáticos en las terrazas, cada edificio proyectará una estética moderna que se diferenciará en el paisaje de Estepona, invitando a los transeúntes a admirar su elegancia y sofisticación. La inclusión de amplias terrazas cubiertas con pérgolas permitirá a los propietarios disfrutar del clima soleado de la Costa del Sol, mientras que los amplios salones con cocina integrada ofrecerán un espacio ideal para el entretenimiento.
La promoción no solo se enfoca en las viviendas; la planificación contempla zonas verdes alrededor, creando un “oasis de tranquilidad” que favorece un estilo de vida relajado y en contacto con la naturaleza. La proximidad a áreas recreativas y las instalaciones de Finca Cortesín hacen de Unika Estepona un lugar privilegiado para el descanso y la desconexión del bullicio diario.
Desde su anuncio, Unika Estepona ha atraído el interés de diversas clientelas, incluyendo compradores nacionales e internacionales, con especial atención de inversores provenientes de países como Holanda, Polonia, Reino Unido y las naciones nórdicas. La búsqueda de una segunda vivienda en un entorno idílico se convierte en una realidad palpable, haciendo de Estepona un destino aún más atractivo en el mapa inmobiliario de la Costa del Sol. Este proyecto no solo representa una evolución en la oferta residencial de la región, sino que también se erige como un símbolo de la creciente demanda de estilo de vida y confort en un entorno privilegiado.
El anuncio de Unika Estepona no es simplemente un nuevo desarrollo inmobiliario en la Costa del Sol; es una clara manifestación del elitismo que está transformando nuestra sociedad. Con precios a partir de 550.000 euros y un enfoque en el lujo y la exclusividad, se evidencia una desconexión de la realidad que viven muchos ciudadanos. Este tipo de proyectos, aunque prometen calidad y confort, a menudo contribuyen a la gentrificación de áreas que, en su esencia, deberían ser accesibles para todos. Se corre el riesgo de crear enclaves que solo benefician a un pequeño porcentaje de la población, dejando a los locales sin alternativas habitacionales asequibles, lo que podría alterar la esencia misma de Estepona.
Además, la idea de un espacio comunitario y un estilo de vida que combina trabajo y bienestar suena atractiva, pero plantea interrogantes sobre quiénes realmente podrán disfrutar de estas instalaciones. El enfoque en zonas wellness y coworking dentro de un contexto de exclusividad podría ser visto como una forma de mercantilizar experiencias que deberían ser parte de la vida cotidiana, accesibles a todos. En lugar de construir un ecosistema de bienestar que promueva la integridad social, parece que se priorizan los intereses de inversores y compradores extranjeros, lo que refuerza la desigualdad en un momento en el que la cohesión social es más crucial que nunca. La verdadera evolución de nuestra comunidad debe ser inclusiva, no excluyente.
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