El Ayuntamiento de Málaga ha puesto en marcha un ambicioso plan de actuación para combatir la procesionaria en más de 12.000 pinos del municipio. Esta plaga, causada por las orugas de la mariposa procesionaria, es un problema recurrente en la zona, especialmente durante los meses de otoño e invierno.
Según el concejal de sanidad vegetal, Diego López, las intervenciones comenzaron a finales de agosto, cuando se detectaron las primeras capturas de adultos en la red de monitoreo. Desde entonces, se ha estado llevando a cabo la técnica de endoterapia en los pinos del casco urbano, priorizando las zonas más sensibles como colegios, institutos, centros infantiles y parques caninos.
Además, para las zonas de grandes extensiones de pinares como Nagüeles, Elviria y Los Tres Jardines de San Pedro Alcántara, se ha programado la pulverización mediante cañón los días 23, 24 y 25 de octubre respectivamente. Estos tratamientos no solo buscan controlar la población de procesionaria, sino también evitar posibles riesgos para la salud de los ciudadanos y mascotas que frecuentan estos espacios verdes.
La endoterapia, método utilizado en estas intervenciones, consiste en la inyección de una sustancia nutricional directamente en el sistema vascular de las plantas, lo que garantiza una mayor eficacia y reduce los posibles efectos negativos para el medio ambiente. Con estas acciones, el Ayuntamiento de Málaga busca no solo proteger la biodiversidad de la zona, sino también garantizar la seguridad y bienestar de los vecinos que disfrutan de los espacios verdes de la ciudad.
El plan de actuación del Ayuntamiento de Málaga para combatir la procesionaria en más de 12.000 pinos del municipio es sin duda un paso positivo en la protección de la flora y fauna local. Esta plaga supone un problema recurrente en la zona, afectando no solo a los árboles, sino también a la salud de los ciudadanos y sus mascotas. La utilización de la endoterapia y la pulverización para controlar la población de procesionaria demuestra un enfoque integral y preocupación por el bienestar de la comunidad.
Sin embargo, es importante recordar que el uso de productos químicos en estos tratamientos puede tener impactos negativos en el medio ambiente a largo plazo. Es fundamental que se realicen estudios sobre la posible toxicidad de estas sustancias y se busquen alternativas más sostenibles en el futuro. En definitiva, este plan de actuación es un primer paso necesario, pero se debe seguir trabajando en medidas que sean efectivas para combatir la procesionaria sin comprometer la salud de la naturaleza y de las personas.
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