El médico jubilado recuerda con tristeza los trágicos eventos que ocurrieron durante la Guerra Civil Española en Málaga. A través de sus palabras, nos transporta a un pasado oscuro y doloroso, donde la violencia y la persecución política causaron estragos en la sociedad. Su sensibilidad como médico lo lleva a enfocarse en el sufrimiento de las personas, en las vidas que se vieron truncadas y en las familias que quedaron destrozadas.
Andrés Montesanto nos muestra la cara más humana de aquellos tiempos turbulentos, donde la injusticia y el dolor eran moneda corriente. Su testimonio nos invita a reflexionar sobre el impacto que tuvieron esos eventos en la historia de Málaga y en la memoria colectiva de sus habitantes. A través de sus palabras, podemos vislumbrar la magnitud de la tragedia que se vivió en la ciudad y la importancia de recordar y honrar a quienes perdieron la vida de manera injusta.
Como escultor, Montesanto ha plasmado su experiencia en obras que transmiten la angustia y el sufrimiento de aquellos tiempos. Sus creaciones no solo son testimonios artísticos, sino también memoria viva de un capítulo oscuro de la historia de Málaga. A través de su arte, el médico jubilado busca mantener viva la memoria de aquellos que sufrieron y murieron durante la Guerra Civil, recordándonos la importancia de nunca olvidar los errores del pasado para no repetirlos en el futuro.
La historia de Andrés Montesanto nos recuerda que detrás de cada estadística hay rostros, historias y vidas que fueron truncadas de manera injusta. Su testimonio nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la paz y la importancia de preservarla a toda costa. A través de sus palabras y sus obras, nos deja una lección de humanidad y memoria que no debemos olvidar.
El testimonio del médico jubilado Andrés Montesanto nos sumerge en un pasado doloroso y oscuro, donde la violencia y la persecución política causaron estragos en la sociedad malagueña durante la Guerra Civil. Su sensibilidad como médico lo lleva a enfocarse en el sufrimiento de las personas, en las vidas truncadas y en las familias destrozadas. Montesanto nos muestra la cara más humana de aquellos tiempos turbulentos, recordándonos la importancia de recordar y honrar a quienes perdieron la vida de manera injusta.
Su arte como escultor se convierte en un testimonio vivo de aquellos eventos trágicos, transmitiendo la angustia y el sufrimiento a través de sus obras. Montesanto busca mantener viva la memoria de aquellos que sufrieron y murieron durante la Guerra Civil, recordándonos la importancia de aprender de los errores del pasado para evitar repetirlos en el futuro. Su testimonio nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la paz y la necesidad de preservarla a toda costa, dejándonos una lección de humanidad y memoria que no debemos olvidar.
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