La venta de un edificio de casi 2,000 metros cuadrados situado en la calle Ollerías a un fondo israelí para la instalación de apartamentos turísticos ha generado un fuerte rechazo por parte de la confluencia en Málaga. La portavoz Toni Morillas ha denunciado esta operación como un claro ejemplo de turistificación en la ciudad y ha criticado la actuación del gobierno del PP en la Junta de Andalucía por favorecer a los grandes fondos de inversión en lugar de proteger el patrimonio público y a las organizaciones sociales.
Según Morillas, la venta del edificio por 3.6 millones de euros implicará la expulsión de Málaga Acoge de su sede, una organización que brinda apoyo a personas migrantes y refugiados. Esta acción, impulsada por el gobierno del PP, no solo afecta a esta importante organización social, sino que también contribuye a la saturación de pisos turísticos en el centro de Málaga, generando un impacto negativo en la comunidad local y en el acceso a la vivienda.
La confluencia en Málaga ha señalado que la venta del edificio a un fondo israelí es un claro ejemplo de cómo se prioriza el beneficio económico sobre el bienestar de la ciudadanía. La portavoz ha destacado que esta operación perpetúa la turistificación de la ciudad, descapitaliza el patrimonio público y favorece la expansión de apartamentos turísticos en una zona ya saturada. Asimismo, ha instado al gobierno a romper relaciones comerciales con Israel en lugar de facilitar negocios que no benefician a la comunidad local.
La venta de un edificio de gran tamaño en pleno centro de Málaga a un fondo israelí para la creación de apartamentos turísticos ha generado un fuerte rechazo por parte de la confluencia en la ciudad. La portavoz Toni Morillas ha denunciado esta operación como un claro ejemplo de turistificación, criticando la actuación del gobierno del PP en la Junta de Andalucía por priorizar los intereses de grandes fondos de inversión en lugar de proteger el patrimonio público y apoyar a las organizaciones sociales locales.
Según Morillas, esta venta no solo implicará la expulsión de una importante organización social como Málaga Acoge de su sede, sino que también contribuirá a la saturación de pisos turísticos en la zona, impactando negativamente en la comunidad local y dificultando el acceso a la vivienda. La confluencia en Málaga ha destacado que esta operación evidencia cómo se anteponen los beneficios económicos a la calidad de vida de los ciudadanos, perpetuando la turistificación de la ciudad, descapitalizando el patrimonio público y generando un impacto negativo en la comunidad.
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