La compleja burocracia urbanística en Andalucía ha sido un tema candente durante décadas, con continuos cambios en la reglamentación que han complicado la planificación y el desarrollo de las ciudades en la región. La Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) se presentó como una solución para agilizar este proceso, pero su implementación está resultando ser todo menos fácil para los grandes municipios de la Costa del Sol.
En municipios como Marbella, Vélez-Málaga, Torremolinos, Mijas y Estepona, los técnicos municipales se enfrentan a desafíos como la falta de herramientas tecnológicas para agilizar los trámites de expedientes y la necesidad de cubrir plazas vacantes por jubilaciones u otras circunstancias. La adaptación de la LISTA a la realidad de cada ciudad se ha convertido en un verdadero desafío, con problemas como la complejidad urbanística en Marbella y la necesidad de reiniciar completamente un nuevo planeamiento en Torremolinos.
El Ayuntamiento de Marbella confía en que, tras casi un cuarto de siglo de espera, su nuevo marco local pueda estar listo a principios de 2026. Sin embargo, otros municipios de gran tamaño, como Vélez-Málaga, también enfrentan desafíos en la readaptación de sus Planes Generales de Ordenación Urbana al nuevo Plan de General de Ordenación Municipal estipulado en la LISTA. A pesar de los obstáculos, los municipios están comprometidos en cumplir con los plazos y llevar a cabo las modificaciones necesarias para adaptarse a la nueva normativa regional.
La compleja burocracia urbanística en Andalucía ha sido un verdadero quebradero de cabeza para los municipios de la Costa del Sol, quienes se enfrentan a la implementación de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA). Los problemas van desde la falta de herramientas tecnológicas hasta la necesidad de cubrir plazas vacantes en los ayuntamientos, lo que ha dificultado la adaptación de la normativa a la realidad de cada ciudad. Es preocupante ver cómo municipios como Marbella y Torremolinos se enfrentan a desafíos tan grandes como la complejidad urbanística y la necesidad de reiniciar completamente un nuevo planeamiento, lo que pone en duda la eficacia de la LISTA.
A pesar de los obstáculos, los municipios de la Costa del Sol están comprometidos en cumplir con los plazos establecidos y llevar a cabo las modificaciones necesarias para adaptarse a la nueva normativa regional. Sin embargo, la lentitud en la implementación de la LISTA y los problemas que han surgido en su adaptación evidencian la necesidad de una revisión profunda de la burocracia urbanística en Andalucía, con el objetivo de simplificar los trámites y agilizar el desarrollo de las ciudades en la región. Esperemos que, finalmente, los municipios logren superar estos desafíos y puedan beneficiarse de una normativa urbanística más eficiente y acorde a sus necesidades.
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