Este verano, los bañistas que han disfrutado de las playas de la Costa del Sol se encuentran con una grata sorpresa: la escasez de medusas. A diferencia de años anteriores, la presencia de estas criaturas marinas ha sido mínima, lo que ha permitido a los turistas disfrutar del mar sin temor a las molestas picaduras.
Según el director de la cátedra de Ciencias del Litoral, Francisco Ignacio Franco, este fenómeno se debe a la estabilidad de los giros de corrientes en el Mar de Alborán. Estas corrientes, que suelen ser causadas por las lluvias primaverales, han permanecido bien establecidas este año, impidiendo que las medusas lleguen a la costa en grandes cantidades.
A pesar de la ausencia de la temida pelagia noctiluca, una especie de medusa urticante que suele ser común en estas aguas, algunas playas han reportado la presencia de medusas inofensivas, conocidas como «medusas tipo huevo frito». Estas medusas, aunque no representan ningún peligro para los bañistas, han sido vistas en algunas zonas durante la semana de la Feria.
Los expertos predicen que esta situación se mantendrá durante el mes de septiembre, lo que significa que los turistas podrán seguir disfrutando de las playas de Málaga sin preocuparse por las temidas picaduras de medusa. Sin duda, un verano atípico en el que la naturaleza ha brindado un respiro a los bañistas y a los habitantes de la costa.
Este verano, los bañistas que han visitado las playas de la Costa del Sol han podido disfrutar de un mar libre de medusas, lo que ha sido recibido con agrado por parte de los turistas. La ausencia de esas criaturas marinas, en especial la peligrosa pelagia noctiluca, se ha atribuido a la estabilidad de las corrientes en el Mar de Alborán, según explicó el director de la cátedra de Ciencias del Litoral, Francisco Ignacio Franco. Esto ha permitido a los visitantes relajarse en el mar sin la preocupación de las molestas picaduras, brindando una experiencia más agradable y segura para todos.
Aunque algunas playas han informado de la presencia de medusas inofensivas como las «medusas tipo huevo frito», en general la situación ha sido positiva para los bañistas. Esta noticia es una bocanada de aire fresco en un verano marcado por la crisis sanitaria, y demuestra cómo la naturaleza puede sorprendernos con cambios inesperados. Esperemos que este fenómeno se prolongue durante septiembre para que los turistas continúen disfrutando de las hermosas playas malagueñas sin temor a las medusas. Una excelente noticia que merece ser destacada y celebrada en medio de tiempos difíciles.
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