La dimisión de María Dolores Valencia como secretaria general provincial del Sindicato Unificado de Policía en Málaga ha causado un revuelo en la organización sindical. Su renuncia se realizó en protesta por el acuerdo entre el SUP y el club Desokupa para la formación de más de 30.000 policías, una decisión que, según Valencia, desvía al sindicato de sus principios fundamentales.
En su comunicado de prensa, Valencia ha dejado claro su rechazo absoluto a este convenio, el cual considera incompatible con los valores y la misión de la Policía Nacional. La elección de aliarse con una empresa como Desokupa, cuyos métodos están lejos de ser éticos, ha generado una división interna en el sindicato.
Los 23 representantes sindicales en la provincia de Málaga han respaldado la postura de Valencia, manifestando su desacuerdo con la dirección del SUP a nivel nacional. Consideran que este acuerdo se ha promocionado públicamente sin tener en cuenta las posibles críticas ni la opinión de los comités federales o provinciales, lo que ha generado malestar entre los miembros del sindicato.
Por otro lado, el SUP de Málaga ha destacado la importancia de la formación para los policías, subrayando que siempre han abogado por mejorar la capacitación de los agentes. Sin embargo, critican la falta de inversión por parte de la Administración en este aspecto, lo que ha llevado a la organización sindical a buscar colaboraciones con entidades privadas. La discrepancia con el acuerdo con Desokupa resalta la necesidad de un debate interno sobre los valores y principios que guían al SUP.
La dimisión de María Dolores Valencia como secretaria general provincial del Sindicato Unificado de Policía en Málaga ha puesto de manifiesto las divisiones internas y los conflictos de valores en la organización sindical. Su renuncia en protesta por el acuerdo con el club Desokupa para la formación de los policías revela una discrepancia profunda en cuanto a la ética y los principios fundamentales que deben regir la actuación de los agentes de Policía Nacional.
El respaldo de los 23 representantes sindicales en Málaga a la postura de Valencia refleja la importancia de mantener la coherencia y la integridad en las decisiones que afectan a la organización. La falta de consenso y la falta de transparencia en la promoción de este acuerdo plantean dudas sobre la dirección del SUP a nivel nacional y la necesidad de un debate interno que aclare los valores y principios que deben regir la actuación del sindicato. En definitiva, esta situación deja al descubierto la importancia de la ética y la coherencia en las decisiones de un sindicato tan relevante como el SUP.
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